Tres turistas que disfrutaban de la piscina en la azotea del lujoso Hotel Athenee, en Bangkok, salieron corriendo del agua cuando el fuerte terremoto de magnitud 7.7, con epicentro en Birmania (Myanmar), sacudió la capital tailandesa la tarde de este viernes.
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Un video registró el momento exacto en que el agua de la piscina se agitó violentamente y comenzó a desbordarse por la fachada del edificio. La escena se volvió viral y refleja el pánico que se vivió en los edificios altos de Bangkok durante el sismo.
Un video muestra el momento en que el agua cae por la fachada del Hotel Athenee mientras el sismo sacude la capital tailandesa.
La piscina que se convirtió en cascada por el terremoto de Birmania
Las cámaras de seguridad del hotel captaron el instante en que el movimiento telúrico comenzó. En cuestión de segundos, la superficie del agua se transformó en una masa agitada que lanzó olas hacia los bordes. Parte del agua cayó en cascada por el costado del edificio.
Según reportes preliminares, no se registraron heridos en el área de la piscina, aunque el susto fue evidente entre los turistas y el personal del hotel.
El epicentro y los daños reportados
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el terremoto tuvo una magnitud de 7.7 y su epicentro se localizó en el norte de Birmania. El movimiento se sintió en varias ciudades de la región, entre ellas Mandalay, Chiang Mai y Bangkok.
El gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, informó este sábado que al menos 79 personas permanecen atrapadas en distintos puntos de la ciudad. De ese total, 30 ya han sido localizadas.
El epicentro y las zonas bajo emergencia
El temblor se produjo el viernes a las 12:50 hora local, a una profundidad de 10 kilómetros. Su epicentro se ubicó entre las ciudades de Sagaing y Mandalay —la segunda más grande del país— a unos 17 kilómetros de ambas, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El Gobierno militar declaró el estado de emergencia en seis regiones: Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó y Bago.
Crisis humanitaria y advertencia de la ONU
Desde el golpe de Estado, Birmania atraviesa una crisis económica y un conflicto armado que se extiende por gran parte del país, con enfrentamientos entre el Ejército y guerrillas civiles y prodemocráticas. Esta situación dificulta el acceso y la distribución de ayuda humanitaria.
Tras declarar el estado de emergencia, la junta hizo una inusual solicitud de asistencia. Sin embargo, el relator de Naciones Unidas para Birmania, Tom Andrews, advirtió que el régimen militar utiliza la ayuda como “arma” política. Por eso, pidió a la comunidad internacional canalizar la asistencia a través del Gobierno de Unidad Nacional —formado por la oposición democrática— y los grupos étnicos que se oponen al Ejército.