La ex ministra y embajadora Noemí Sanín, quien promete seguir la línea dura del presidente Álvaro Uribe, es desde el fin de semana la candidata presidencial del Partido Conservador, que es parte de la coalición de Gobierno.
En una reñida elección interna y con polémico recuento de por medio, Sanín se impuso por 37 777 votos al ex ministro Andrés Felipe Arias, también conocido como ‘Uribito’, un hombre de total confianza de Uribe.
Con su elección, Sanín se convierte en la única candidata mujer en las presidenciales colombianas, que se perfila como una de las más duras rivales del ex ministro Juan Manuel Santos, quien lidera las encuestas.
Si bien esta será la tercera vez que la ex canciller del gobierno de César Gaviria se presenta como candidata presidencial, en esta ocasión llega en mejores condiciones para convertirse en huésped de la Casa de Nariño.
Al menos dos factores explican la fortaleza que ha tomado su candidatura. Primero está la alta votación que obtuvo el Partido Conservador en las elecciones legislativas del 14 de marzo.
A pesar de ser una elección interna abierta, más de 2,2 millones de electores solicitaron la boleta conservadora, para pronunciarse entre Sanín y ‘Uribito’.
El segundo factor que da un espaldarazo a la postulación de Sanín es el elevado caudal de votos que el conservadurismo captó en las legislativas del 14 de marzo. Se constituyó en la segunda fuerza política con el 24% de los votos, solo un 3% debajo de los sufragios que logró el Partido de la Unidad Nacional (La U), comandado por el ex ministro Santos.
En estas circunstancias, Santos y Sanín se convierten provisionalmente en los dos candidatos opcionados para suceder a Uribe, quien dejará el poder el 7 de agosto. Ambos anticipan que profundizarán la política de seguridad vigente y que, en los últimos años, generó tensiones con Ecuador y Venezuela.