La situación en la frontera entre Rusia y Ucrania comenzó a copar portadas el noviembre pasado, con las primeras informaciones sobre un importante refuerzo militar ruso en la zona. Desde entonces, el grado de la retórica ha ido escalando hasta hacer temer el estallido de un conflicto a gran escala.
Estas son las claves de las tensiones que han encendido todas las alarmas en las capitales mundiales.
GUERRA EN EL DONBÁS
El origen de las tensiones radica en el este de Ucrania, el Donbás, donde en 2014 estalló una guerra entre el Ejército ucraniano y separatistas prorrusos apoyados por Moscú. A un mes del comienzo de las hostilidades en el este ucraniano, Rusia anexionó la península de Crimea, aunque la comunidad internacional continúa considerando la península bajo soberanía ucraniana.
El conflicto, que, según la ONU, ha causado más de 14.000 muertos en ambos bandos – tanto militares como civiles- se encuentra ahora en estado congelado a falta de cumplimiento de acuerdos de paz de Minsk, firmados en 2015.
RUSIA EXIGIÓ UN PACTO A EE.UU; EE.UU RESPONDIÓ
Las relaciones entre Rusia y EEUU se encuentran ahora en un punto “crítico y peligroso”, afirma Moscú.
Para evitar un mayor deterioro de la situación, Rusia exigió a Washington y la OTAN garantías de seguridad, que prevén, en primer lugar, un veto a la ampliación de la Alianza hacia las fronteras rusas y el cese de sus actividades en las antiguas repúblicas soviéticas, que Moscú ve como su área de influencia.
En este sentido, la tarde del 26 de enero de 2022 Rusia recibió una respuesta por escrito de EE.UU. sobre la propuesta de las garantías de seguridad que habían exigido el año pasado para frenar la expansión de la OTAN y el emplazamiento de armas ofensivas cerca de sus fronteras, informó el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Jens Stoltenberg, el secretario general de la OTAN, diijo que en las respuestas escritas se ha dejado “claro” a Rusia que la Alianza no va a “comprometer algunos de sus principios centrales”, incluido “que toda nación tiene derecho a elegir su propio camino”, en referencia a la posibilidad de que Ucrania u otros países pidan entrar en la OTAN.
En ese sentido, recordó que las decisiones sobre la entrada de nuevos países las toman el propio Estado interesado y los treinta aliados.
Además, Stoltenberg comunicó que los aliados están preparados para “escuchar las preocupaciones de Rusia e implicarse en una conversación real sobre cómo mejorar y fortalecer los principios fundamentales de la seguridad europea que todos hemos suscrito”
MOSCÚ NIEGA PLANES DE ATACAR
Rusia niega planes de atacar o invadir Ucrania pese a un aumento sustancial de tropas en la frontera con el país vecino.
“En una guerra nuclear no puede haber vencedores”, señaló Moscú en la propuesta. Además también indicó que el desplazamiento de las unidades militares dentro de las fronteras rusas es el derecho soberano del país, que no incumbe a otros estados.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo recientemente que Rusia no tiene planes agresivos, pero reaccionará con “dureza” en caso de medidas inamistosas de países occidentales, en referencia a la posible negativa de la OTAN de renunciar a sus actividades militares en Europa del Este. “Están en nuestra puerta. (…) No tenemos donde retirarnos”, dijo el jefe del Kremlin.
MANIOBRAS MILITARES EN LA ZONA
En medio de tensiones con Ucrania y Occidente, Moscú continúa los ejercicios militares de sus tropas a lo largo de su frontera occidental.
El próximo mes están previstas maniobras conjuntas ruso-bielorrusas que comenzarán el 10 de febrero y acabarán el día 20.
EEUU ha calificado de “preocupantes” estos ejercicios, en tanto que Rusia ha señalado que a su término las tropas volverán a sus bases de emplazamiento permanentes.
TENSIONES EN ABRIL DE 2021
Las tensiones por la presencia rusa en la frontera con Ucrania también despertaron temores en abril de 2021, cuando Kiev informó de la concentración de más de 100.000 militares rusos en la región. Según Washington, se trataba de la mayor acumulación de efectivos rusos en la frontera con Ucrania desde el conflicto de 2014.
Moscú señaló en aquel momento que realizaba ejercicios en respuesta a las “actividades militares amenazantes” de la OTAN cerca de sus fronteras, que incluían unas maniobras de la Alianza en países de Europa Oriental.
A la vez, en los meses posteriores la situación no dio motivos para temer el reinicio de acciones bélicas en la región.
UNA “GUERRA” EN LOS MEDIOS
Las actuales tensiones en torno a Ucrania han generado un tsunami de informaciones en los medios de comunicación, que ha sido criticado por las autoridades tanto de Rusia, como de Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llamó esta semana a los ucranianos a no dejarse llevar por el pánico y pidió a los medios evitar el “revuelo” en torno a la situación.
“Decir cada día que mañana puede comenzar una guerra, seguramente, no ayudará a detenerla”, dijo el líder ucraniano.
Mientras Moscú calificó la multiplicación de las noticias sobre la posible invasión rusa a Ucrania de una “histeria”.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reiteró hoy la defensa de la vía diplomática y el diálogo para resolver la crisis de Ucrania, pero subrayó que Rusia debe tener claro que si interviene militarmente, tendrá unas “consecuencias masivas, gravísimas” para su economía por parte de la UE.
¿SOLUCIÓN?
Tras la respuesta que recibió Rusia por parte de EE. UU y la OTAN el 26 de enero, el secretario general aliado, Jens Stoltenberg también expuso que, “no es un secreto que estamos muy distanciados y hay algunas diferencias serias entre la OTAN y Rusia, pero al mismo tiempo, eso hace incluso más importante mirar las propuestas, escuchar de forma recíproca a nuestras preocupaciones e intentar identificar soluciones políticas que podemos acordar para evitar un nuevo conflicto armado en Europa”, además, dijo que aún es posible una solución política.
De todas formas, insistió en que el uso de la fuerza contra Ucrania tendrá “graves consecuencias”, incluidas sanciones.