La historia de sor Caterina Garofalo, una religiosa del Instituto de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José, cobró relevancia tras su testimonio publicado en Vatican News. Con 93 años, sor Caterina relata con emoción cómo conoció al papa Francisco cuando él aún era Jorge Mario Bergoglio y se desempeñaba como sacerdote en Argentina.
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“Un hombre de verdad, espiritualidad y rectitud”. Así define sor Caterina al actual Pontífice, a quien solía recibir en la Casa del Instituto en Roma cuando él viajaba a reuniones en el Vaticano.
En esos tiempos, ella era la superiora y recuerda con cariño cómo el entonces cardenal Bergoglio dejaba sus sotanas en la casa y pasaba a recogerlas a su llegada o antes de regresar a Buenos Aires.
Una relación forjada en la fe y la dirección espiritual
La relación entre el hoy Papa y la comunidad religiosa era cercana y respetuosa. Sor Caterina señala que el papa Francisco, incluso antes de ser obispo, mostraba una profunda vida espiritual y un compromiso genuino con la dirección espiritual: “Me recomendaba siempre la sinceridad, la verdad, la rectitud”.
Uno de los vínculos más profundos de Francisco era con sor María Bernardetta dell’Immacolata, otra religiosa del mismo instituto, fallecida en 2001 y cuya causa de beatificación ya está en curso. Según Vatican News, el papa Francisco la describió como una mujer con un “carisma de cercanía a los sacerdotes y seminaristas”, y solía enviar a seminaristas con dificultades espirituales a buscar consejo con ella.
La cercanía del futuro Papa con la comunidad religiosa no fue solo espiritual, sino también afectiva. Sor Caterina recuerda cómo Bergoglio, en más de una ocasión, impartió personalmente el sacramento de la Unción de los enfermos, y se interesaba con constancia por el bienestar del instituto.
Incluso hoy, las vestiduras de Bergoglio como cardenal se conservan en la Casa del Instituto en Roma. “Siempre nos animaba a vivir con honestidad y sinceridad. Era muy alegre, y nos dejaba un mensaje de amor y rectitud”, concluye sor Caterina.
Este testimonio, recogido por tercera vez en Vatican News, permite ver una faceta íntima del Pontífice, marcada por valores que hoy continúan guiando su papado.