Tres policías peruanos murieron el miércoles 6 de septiembre de 2017 en un presunto atentado contra dos patrulleros en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), la mayor cuenca cocalera de Perú, informó hoy, 7 de septiembre, el Ministerio del Interior en un comunicado.
Los agentes fallecidos son los suboficiales Ciro Ibarra, Carlos Fernández y Denis Mendoza, quienes integraban dos patrullas de la división de Protección de Carreteras de la Policía Nacional del Perú (PNP) en el municipio de Churcampa, ubicado en la céntrica región de Huancavelica, cercano a la ribera izquierda del río Mantaro.
La Policía ha intensificado las operaciones en la zona para intentar detener a los autores de este ataque contra las fuerzas del orden.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, aseguró en una serie de mensajes en Twitter que se trató de un “cobarde atentado” y manifestó sus condolencias con los familiares de las víctimas.
“Las investigaciones no cesarán hasta encontrar a los asesinos de este crimen. Firmes y unidos. Terrorismo nunca más”, alentó Kuczynski.
El ministro del Interior, Carlos Basombrío, aseguró al Canal N de televisión que el atentado es una venganza por una reciente operación en la que participaron los tres agentes asesinados donde se incautó un cargamento de 801 toneladas de acetona, sustancia prohibida en el Vraem por usarse para elaborar cocaína.
“Es claramente una venganza contra ellos y un intento de amedrentar a la fiscal y al juez que llevan las investigaciones. El dueño de la mercadería incautada está plenamente identificado y hoy iba a ser la audiencia para determinar su situación legal”, dijo Basombrío.
El Vraem es una extensa y agreste zona, cubierta en su mayoría de de una frondosa selva, feudo de los últimos remanentes del grupo armado Sendero Luminoso, y donde se producen unas 270 toneladas de cocaína al año, lo que supone el 70 % de la producción nacional, según las últimas estimaciones oficiales.