fakeFCKRemoveEl chileno Sebastián Piñera Echenique, quien logró que la derecha llegara al poder mediante elecciones luego de 52 años, no es de aquellos políticos que ganan la presidencia solo por su carrera empresarial. Aunque es uno de los hombres más ricos del país, con una fortuna que llega a los USD 2 200 millones, también tiene una trayectoria política que está signada en su ADN.
Es hijo de José Piñera, uno de los fundadores de la Democracia Cristiana, partido por el cual sintió inicialmente una simpatía, pero nunca se afilió porque consideraba que su visión económica era “atrasada”. Si bien es de centro derecha, siempre se definió como un hombre contrario al pensamiento político que defendió al general Augusto Pinochet, que gobernó de facto al país entre 1973 y 1990.
Votó por el ‘no’ en el plebiscito de 1988 que definía su permanencia en el poder, pero, como confesó su hijo también llamado Sebastián, “él estuvo en contra de Pinochet, pero cree que el desarrollo económico de su gobierno fue muy bueno, lo que no justifica y jamás va a contrapesar lo que pasó en derechos humanos”.
Su actividad económica que lo perfiló como uno de los grandes empresarios germina en 1976, cuando luego de su doctorado en Economía en la Universidad de Harvard, participa de una misión de desarrollo en Bolivia y llega con USD 70 000. Con esa suma, realiza su primera inversión: la constructora Toltén.
Profesionalmente, tuvo un fugaz paso por la Cepal, pero su actividad se concentró en diferentes rubros: inmobiliaria, aerolínea (accionista mayor de Lan Chile, a la que levantó de una crisis y ahora es una de las líneas más poderosas de la región), comunicación (Chilevisión), deportivo (es el segundo accionista de Colo-Colo), bancario… Sin embargo, muchas de sus actividades empresariales han tenido cuestionamientos, como la compra de 115 000 hectáreas de bosque nativo en la isla Grande de Chiloé, territorio que los indios huilliches consideran territorio ancestral.
Su “yayita”, como dicen los chilenos a las manchas curriculares, es el caso del Banco de Talca. Junto a sus socios, fue implicado penalmente por infracción a la Ley de Bancos en 1982, en la cual habrían prestado sumas millonarias a empresas de papel. Piñera estuvo prófugo 24 días, en una causa que no está del todo aclarada.
Persuadido por el pinochetista Herán Buchi, de quien dijo que no compartía su pasado, pero sí su visión de futuro, llegó a senador en 1990. Apoyó a Joaquín Lavín en las elecciones de 1998, que con una buena elección, aunque perdiera frente a Ricardo Lagos, lo proclamó candidato para el 2005.
“En esa decisión hubo gratitud, generosidad, pero también voluntarismo y precipitación”, dijo hace tiempo Piñera, explicación de una de las jugadas políticas que le permite ocupar hoy el Palacio de la Moneda. Se presentó como candidato de Renovación Nacional, lo que le quitó fuerza a Lavín (ahora su ministro de Educación), y le permitió acceder a la segunda vuelta.
Derrotado por Bachelet, prometió dedicar el resto de su vida al servicio público. Hasta que logró triunfar sobre Eduardo Frei, sosteniendo que es el Presidente de la segunda transición.