La investigación en torno al Boeing desaparecido hace más de una semana se centra ahora en los dos pilotos.
Y Malasia confirmó que las últimas palabras provenientes de la cabina fueron pronunciadas tras el cierre deliberado de un sistema clave de comunicación. El Ministro malasio de Transportes había precisado el domingo que las últimas palabras recibidas por el control aéreo -“entonces, buenas noches”- fueron pronunciadas cuando el sistema de comunicación Acars había sido deliberadamente desconectado.
Las autoridades no revelaron la identidad del que pronunció estas palabras, pero la hipótesis es que sabía que el Acars acababa de ser desactivado.
Catorce minutos después del cierre del sistema, fue desactivado a su vez el transpondedor, sistema que transmite informaciones sobre la posición del aparato. Luego el avión se esfumó de las pantallas de radares civiles.
Los datos recibidos desde entonces permiten afirmar que el avión cambió de rumbo a medio camino entre Malasia y Vietnam, ahí también de manera deliberada, y continuó volando cerca de siete horas.
Radares militares malasios detectaron una señal esa noche, más tarde identificada como proveniente del vuelo MH370. En Estados Unidos, donde varios expertos participan en la investigación, el presidente de la comisión de Seguridad Interior en la Cámara de Representantes, Michael McCaul, consideró que las informaciones de los últimos días “conducen a la cabina de pilotaje, con el piloto y el copiloto”. “Basándose en informaciones recibidas de la seguridad interior, del contraterrorismo, de la inteligencia, ocurrió algo con el piloto”, agregó a la cadena de televisión Fox News.
También planteó la hipótesis de que el avión habría sido desviado y escondido para ser utilizado más tarde como “misil de crucero”. Las autoridades malasias subrayan que los antecedentes de todas las personas a bordo, o sea 239, son analizados con precisión: pilotos, personal de cabina, pasajeros e incluso los mecánicos en tierra que trabajaron en el avión antes de su despegue de Kuala Lumpur, el 8 de marzo, poco después de medianoche.
La Policía allanó las residencias de los dos pilotos y examina el simulador de vuelo que el comandante a bordo, Zaharie Ahmad Shah, poseía en su casa.
26 países participan en la búsqueda, por tierra y mar, y a través de intercambios de datos.