Organizaciones indígenas y de derechos humanos denunciaron este 30 de septiembre la situación de orden público que vive el municipio de Caldono, en el departamento colombiano del Cauca (suroeste); donde se registran combates desde hace varios días amenazando a la población civil y a la comunidad indígena nasa.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos mostró “preocupación” por la población de Caldono. Allí “hay combates entre grupos armados desde el 27 de septiembre”, indicó a través de sus redes sociales.
“Los civiles deben ser respetados y protegidos. Urgimos a autoridades a activar medidas de prevención y protección“, agregó el organismo.
Comunidad Nasa
Por su parte, la Asociación de Cabildos Ukawesx Nasa Cxhab, representantes del pueblo indígena nasa, difundieron también una denuncia pública. Allí especifican que los combates arrancaron el lunes 26 de septiembre, cuando “fue interceptado” un grupo armado que intentaba ingresar a su territorio.
Este grupo fue “emboscado por otro grupo armado que al parecer también se encontraba en el mismo lugar, por lo tanto, las comunidades indígenas quedamos en medio del fuego cruzado, al igual que una sede educativa donde los niños se encontraban todavía en el ejercicio académico“, denunciaron los representantes a través de un vídeo difundido en redes sociales.
Comunidad en asamblea
La comunidad nasa denunció, además, que los combates “han desarmonizado no solamente la parte física de esta comunidad sino la parte espiritual, porque ahí está nuestro sitio sagrado“.
Al respecto, hicieron un llamado a las instituciones del Estado y de derechos humanos para que se garantice y se materialice la protección a las comunidades, “para que de esa manera garantizar el pleno desarrollo cultural y espiritual de toda la comunidad”.
Por último, anunciaron que se declararon en “asamblea permanente ante estos hechos de violencia que se han presenciado” y recordaron la necesidad de “defender la vida como un derecho fundamental de todos y todas”.
El Cauca es uno de los departamentos más golpeados por la violencia en Colombia y, a pesar de la promesa de “paz total” del nuevo presidente, Gustavo Petro, la violencia ha seguido muy presente en el territorio en las últimas semanas.