Carlos III afirma que seguirá ‘el ejemplo’ sentado por su madre en su reinado, en el que se compromete a respetar los principios constitucionales y servir a los ciudadanos con dedicación.
El nuevo monarca hizo esta declaración tras ser proclamado este sábado oficialmente sucesor de Isabel II, por el Consejo de Ascensión en el palacio de St James.
Al término de su discurso, Carlos III también juró garantizar la protección de la Iglesia de Escocia (él es cabeza de la Iglesia Anglicana) y autorizó distribuir su declaración para que sea leída en Escocia, Gales e Irlanda del Norte y los países de la Commonwealth.
Posteriormente, firmó un documento que certifica que ha realizado el juramento, en presencia de la reina consorte, Camila, y el príncipe de Gales, Guillermo.
“Al asumir estas responsabilidades, me esforzaré por seguir el ejemplo inspirador que se me ha dado, al defender el Gobierno constitucional y buscar la paz, la armonía y la prosperidad de los pueblos de estas islas y de los reinos y territorios de la Commonwealth en todo el mundo”.
El nuevo Rey de Inglaterra
Su formación como heredero, que duró 70 años, lo ha convertido en el monarca mejor preparado y de mayor edad en subir al trono. El rey, de 73 años, presenció -en el largo reinado de su madre- el ir y venir de generaciones de líderes mundiales, incluidos 15 primeros ministros de Reino Unido y 14 presidentes de EE.UU.
De esa forma describe la BBC al monarca recién proclamado en uno de sus reportajes.
Después del notable reinado de la reina Isabel II que definió una era, ¿qué tipo de rey podríamos esperar? ¿Y cómo un príncipe acostumbrado a hablar sobre temas importantes se adaptará a la neutralidad de un monarca?
Como rey, Carlos ya no tendrá su propio pasaporte o licencia de conducir, ni opiniones fuertes en público. Ser monarca reemplaza al individuo. Es un caso de roles diferentes, reglas diferentes, sostiene el destacado experto constitucional Vernon Bogdanor. “Él sabe que su estilo tendrá que cambiar. El público no querrá un monarca activista”, dice el profesor Bogdanor.
El rey Carlos es muy consciente de la necesidad de ser menos franco. “No soy tan estúpido. Me doy cuenta de que ser soberano es una función diferente”, dijo en una entrevista con la BBC en 2018.
El profesor Bogdanor también prevé un mayor patrocinio real de las artes, la música y la cultura: más Shakespeare y menos carreras de caballos.
Pero Lloyd Dorfman, quien trabajó con el rey Carlos durante muchos años en su organización benéfica Prince’s Trust, no prevé un cese total en su participación en temas como el cambio climático y la agricultura orgánica.
“Él tiene mucho conocimiento, es muy eficaz. Es difícil imaginar que renunciará a eso de una manera extrema el día en que se convierta en soberano”, sugiere Lloyd.
Se ha hablado mucho de que el Rey prefiere una monarquía “reducida”. Es probable que le dé un mayor énfasis a un grupo de trabajo de miembros de la realeza más pequeño, él y su esposa Camila, su hijo el príncipe Guillermo y su nuera Catherine en el centro.
A pesar de esto, el mensaje primordial del nuevo reinado será la continuidad y la estabilidad, dice la comentarista de la casa real Victoria Murphy. “No se esperan grandes diferencias que generen conflicto. Él será muy cuidadoso”.
El carácter del nuevo monarca
Quienes lo han conocido dicen que en el fondo es una persona bastante tímida y reservada. Un “alma sensible” es una de las descripciones. Su esposa Camila, ahora reina consorte, lo ha descrito así: “Bastante impaciente. Quiere que las cosas estén hechas para ayer. Así es como hace las cosas”.
Para ser un hombre, de 70 años, no muestra signos de reducir su actividad.Chris Pope, quien trabajó con Carlos en el Prince’s Teaching Institute, lo describe al nuevo Rey como una figura incansablemente ocupada y motivada, con un “montón de energía”.