El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se refirió a la advertencia que hizo dÃas atrás sobre un posible “baño de sangre” si pierde las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Maduro aseguró que se trató de una “reflexión” y, añadió, que si alguien se asustó por esta declaración deberÃa “tomar una manzanilla“.
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“Yo no dije mentiras, solo hice una reflexión, el que se asustó que se tome una manzanilla porque este pueblo de Venezuela está curado de espanto y sabe lo que estoy diciendo; en Venezuela va a triunfar la paz, el poder popular”, dijo el mandatario en un acto de campaña.
Respuesta a las declaraciones de Lula da Silva
Pese a que no lo mencionó directamente, las palabras de Nicolás Maduro fueron una respuesta a las declaraciones de su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien dijo haberse asustado cuando Maduro manifestó que si pierde las elecciones del domingo habrá “un baño de sangre”.
El mandatario de Brasil afirmó que conversó dos veces con Maduro para advertirle que “si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento de Venezuela y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático“.
Lula, quien no ha ocultado en los últimos meses sus diferencias con el mandatario venezolano, agregó que, en democracia, “el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre“, y que “Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones”.
Maduro: “he salvado a Venezuela de una guerra civil”
El presidente Maduro sostuvo que ha “salvado” a Venezuela de una “guerra civil” varias veces, sin detallar en qué momentos y circunstancias.
“Yo dije que si, negado y trasmutado, la derecha extremista, bolsonarista, seguidores de Milei y de Hitler, llegaran al poder polÃtico en Venezuela, vendrÃa un baño de sangre, y no es que lo digo inventando, es que ya vivimos un baño de sangre, el 27 y 28 de febrero de 1989 (en referencia al conocido ‘Caracazo‘)”, añadió.
El Caracazo fue una serie de protestas, disturbios y saqueos que sacudieron a Venezuela entre el 27 de febrero y el 8 de marzo de 1989. Se inició en la ciudad de Guarenas, al este de Caracas, debido al aumento del precio del pasaje del transporte público, una medida impopular implementada por el gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez como parte de un paquete de reformas económicas neoliberales conocido como El Gran Viraje.
Brasil enviará a Venezuela dos observadores electorales para los comicios presidenciales, además del excanciller y actual asesor de Asuntos Internacionales, Celso Amorim.Â