Enfrentamiento entre milicias kurdo sirias y militantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la ciudad kurdo siria de Kobani. Foto: Archivo
Más de 76 000 personas murieron en Siria en 2014, entre ellas miles de niños, en lo que constituye hasta ahora el año más sangriento del conflicto interno que sufre el país.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, dijo este jueves (1 de enero del 2015) que hay documentadas 76 012 personas muertas en el 2014, de las cuales 3 501 son menores, como resultado de las revueltas contra el presidente Bashar al Asad en el 2011 que derivaron en una cruenta guerra civil.
Del total de muertos, 17 790 son civiles, unos 15 000 corresponden a combatientes rebeldes, mientras que los grupos yihadistas Frente Al Nosra, la rama Al Qaeda en Siria, y el grupo Estado Islámico (EI) registraron unas 17 000 bajas.
Según la ONG, al menos 22.627 combatientes leales al gobierno, grupo que incluye a soldados y milicias, murieron.
En 2013 unas 73 447 personas murieron, mientras que el año anterior se registraron 49 294 víctimas y en 2011 hubo 7 841 muertos.
“Este año hemos constatado un aumento del número de yihadistas extranjeros muertos”, dijo Rami Abdel Rahmane, director del OSDH, en referencia al fortalecimiento de EI en el 2014, periodo en el cual logró controlar vastos territorios en Siria y en Irak.
En tanto, el OSDH precisó que estas cifras no incluyen a las miles de personas desaparecidas tras caer en manos de los yihadistas o tras ser arrestadas en prisiones estatales.