El exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Michael Waltz, durante años un arduo defensor de Donald Trump, fue el primer miembro del gabinete cesado por el presidente estadounidense desde su retorno al poder. Esto después de originar el escándalo ‘Signalgate’ y perder el favor del neoyorquino en las últimas semanas.
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Carrera militar de Waltz
Tras una brillante carrera militar, que incluyó despliegues en Afganistán, y de trabajar como director de polÃticas de Defensa en el Pentágono, Waltz logró un asiento en la Cámara de Representantes en 2018 por el estado de la Florida.
En el Capitolio se convirtió en un fiero valedor del neoyorquino durante su primera presidencia (2017-2021) y también durante su campaña para renovar el cargo, donde lideró la coalición Veterans For Trump.
Pese a la lealtad con Trump, Waltz fue despedido
Esas muestras de lealtad no evitaron que Waltz se convirtiera, por detrás de Michael Flynn -despedido en 2017 por Trump tras solo 24 dÃas en el puesto-, en el segundo asesor de Seguridad Nacional más efÃmero de la historia de EE.UU. al conservar el empleo durante 101 dÃas.
Su salida confirmó de paso que el cargo parece maldito con Trump en la Casa Blanca, porque el eventual reemplazo de Waltz se convertirá en la sexta persona en ocupar ese rol entre la actual presidencia del republicano y la anterior. Ostenta de momento ese récord Ronald Reagan (1981-1989), que designó a seis asesores de Seguridad Nacional.
La decisión del magnate neoyorquino, que respetó la norma no escrita de no despedir a nadie antes de cumplir 100 dÃas en el poder, llega en un momento de creciente desaprobación para su Gobierno, especialmente en el plano económico.
A la caÃda en los sondeos y el retroceso del PIB en sus primeros tres meses, tras heredar un ritmo de crecimiento enérgico de manos de Joe Biden (2021-2025), se suman los reveses en los tribunales y las endurecidas crÃticas a su polémica polÃtica migratoria.
Desde hace casi mes y medio, Waltz tenÃa muchas papeletas para protagonizar la primera purga de la segunda era Trump tras ser el causante del ‘Signalgate’.
El 24 de marzo se supo que incluyó, aparentemente por error, al editor jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, en una sala de chat de la aplicación Signal en la que durante cuatro dÃas varios miembros del gabinete compartieron datos sensibles sobre los preparativos de un ataque militar efectuado en Yemen.
Waltz, de 51 años, reconoció el error públicamente, pero las explicaciones sobre por qué incluyó al periodista en el chat levantaron suspicacias sobre su lealtad hacia Trump y al movimiento MAGA, el que responde a las siglas de su lema ‘Make America Great Again’ (Hacer Estados Unidos grande de nuevo).
Muchos medios estadounidenses creen incluso que el descontento en la Casa Blanca con él arrancó antes, especialmente por parte de la jefa de gabinete, Susie Wiles, aparentemente disgustada con el perfil de los asesores que contrató.
A principio de abril, Trump recibió en la Casa Blanca a la activista ultraconservadora Laura Loomer, una visita que se saldó con el despido de varios de esos cuestionados adjuntos de Waltz.
A partir de ahÃ, el perfil del ya exconsejero de Seguridad Nacional, que en las primeras semanas del segundo Gobierno de Trump habÃa estado en el centro de las conversaciones con Rusia o Ucrania o radiando las exigencias de Trump para con el programa nuclear iranÃ, comienza a diluirse.
El pasado martes Trump le dijo que no lo acompañara a MÃchigan al acto para conmemorar sus primeros 100 dÃas, y este jueves el mandatario anunció en un mensaje en su red, Truth Social, que nomina al exmilitar para ser el embajador de EE.UU. ante la ONU, un gesto que en apariencia busca suavizar el que ha sido el primer despido de un cargo destacado en su segundo mandato.
Mientras el lÃder republicano elija a su relevo, el secretario de Estado, Marco Rubio, ocupará también el cargo asesor de Seguridad Nacional, algo que no sucedÃa desde que Henry Kissinger ocupó ambos puestos entre 1973 y 1975.