Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, regresa al banquillo de los testigos en un juicio antimonopolio que podrÃa transformar por completo el panorama de las redes sociales.
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Según informó El PaÃs de Montevideo, la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos busca desmantelar parte del imperio digital de Meta, alegando que la compañÃa incurrió en prácticas anticompetitivas al adquirir Instagram y WhatsApp.
La demanda, interpuesta en el Tribunal de Distrito de Columbia, sostiene que Meta aplicó una estrategia de “comprar o enterrar” para mantener su dominio en el sector. El juicio contará no solo con la presencia de Zuckerberg, sino también con la de otros altos ejecutivos, como la ex directora de operaciones Sheryl Sandberg.
Los abogados de la FTC planean interrogar al fundador de Facebook durante al menos siete horas, respaldados por una amplia colección de correos electrónicos y documentos internos que, aseguran, demuestran la intención de la empresa de eliminar a sus competidores.
La trayectoria de Zuckerberg en este tipo de escenarios no es nueva. Desde su primera comparecencia ante el Congreso en 2018, testificó en numerosas ocasiones, defendiendo a la empresa frente a cuestionamientos sobre privacidad, desinformación y seguridad infantil. Como recordó El PaÃs de Montevideo, esta experiencia previa podrÃa jugar a su favor en un juicio que, sin embargo, representa uno de los mayores desafÃos de su carrera.
De acuerdo con expertos legales citados por El PaÃs de Montevideo, la FTC busca algo más que una simple multa: pretende obligar a Meta a desprenderse de Instagram y WhatsApp, lo que podrÃa eliminar cientos de miles de millones de dólares en valor de mercado. Esta decisión no solo afectarÃa el futuro financiero de Meta, sino también la forma en que los usuarios de todo el mundo interactúan en las redes sociales.
La presión sobre Zuckerberg se intensifica en un contexto donde Washington elevó el tono contra las grandes tecnológicas. Legisladores del Congreso acusan al CEO de Meta de ser personalmente responsable de los daños sociales causados por la desinformación y la gestión de datos personales.
Aunque el valor de las acciones de Meta se duplicó desde sus primeras comparecencias públicas, el desenlace de este juicio podrÃa marcar un antes y un después en la historia de la compañÃa. El juez James E. Boasberg será quien tenga la última palabra en este caso emblemático para la regulación del sector tecnológico.