Decenas de miles de ciudadanos salieron a las calles de Turquía desde el pasado miércoles, 19 de marzo de 2025, para manifestarse en contra de la detención de Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul y principal rival político del presidente Recep Tayyip Erdogan.
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La detención del opositor desató una ola de indignación sin precedentes en el país, generando disturbios y una fuerte represión policial.
Represión y acusaciones de persecución política
Imamoglu fue arrestado junto con más de 100 personas, incluidos periodistas y empresarios, en una operación judicial que el gobierno justifica como una lucha contra la corrupción. Sin embargo, la oposición denuncia que se trata de un intento de Erdogan por neutralizar a su mayor amenaza de cara a las elecciones de 2028.
Las manifestaciones fueron respondidas con el uso de gases lacrimógenos, pelotas de goma y cañones de agua en ciudades como Estambul y Ankara. Según el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, más de 1 100 personas fueron arrestadas desde el inicio de las protestas.
La BBC reportó que las movilizaciones congregaron a una gran cantidad de jóvenes, quienes reclaman democracia y el derecho a elegir libremente a sus gobernantes. “No queremos que nos quiten nuestro voto”, declaró un manifestante a la cadena británica.
La oposición acusa a Erdogan de golpe de Estado
El secular Partido Republicano del Pueblo (CHP), formación de Imamoglu, acusó al gobierno de “intentar dar un golpe de Estado” con la detención de sus rivales políticos. El líder del CHP, Ozgur Ozel, exigió elecciones anticipadas, argumentando que la crisis democrática que vive el país no permite esperar hasta 2028.
La BBC señaló que la detención de Imamoglu generó una movilización que no se veía desde las protestas de Gezi en 2013. En más de 55 provincias turcas se han registrado manifestaciones, pese a que el gobierno ha impuesto restricciones en el tráfico y el acceso a redes sociales.
Mientras tanto, Erdogan calificó las protestas como “intentos de desestabilización” y advirtió que su gobierno no tolerará “acciones que atenten contra el orden público”.
La BBC destacó que el caso de Imamoglu podría definir el futuro político de Turquía, ya que el alcalde de Estambul es visto como la mayor amenaza para Erdogan, quien lleva 22 años en el poder y podría buscar una reforma constitucional para prolongar su mandato.