Imagen referencial. La muerte de 73 personas en una residencia de adultos mayores es investigada en Grecia, en donde familiares denunciaron malos tratos a sus seres queridos. Foto: Pixabay
Tres empleados de una residencia para mayores en la isla griega de Creta, donde en menos de año y medio 73 personas murieron en circunstancias sospechosas, comparecieron este lunes 26 de abril del 2021 ante un juez después de que la Fiscalía de La Canea abriera una investigación.
La Fiscalía tomó la decisión después de que los familiares de una de las fallecidas presentaran una demanda la semana pasada contra los propietarios y pidieran su exhumación para aclarar las circunstancias de su muerte.
Aunque el resultado de la autopsia no se conoce aún, lo que ha llamado la atención de la Justicia ha sido el alto número de fallecimientos en una residencia que oficialmente solo tiene espacio para 45 personas, y todos por la misma causa oficial: infartos.
Según medios locales, antiguos trabajadores aseguran que ningún doctor examinaba a los residentes y que en muchos casos se les alimentaba y medicaba forzosa e inadecuadamente, llegando a “rociarles con insecticida para piojos” y otros maltratos.
Además, varios familiares de personas alojadas allí han denunciado el rápido deterioro que observaron, en algunos casos incluso a las 24 horas de ingresar, entre personas que entraron a la residencia por su propio pie y poco después eran totalmente dependientes.
La investigación se centra en las condiciones de vida en el centro así como las transferencias de bienes de los fallecidos durante su estancia.
Según medios, al menos uno de ellos vendió, poco antes de su muerte, un bien inmobiliario a un precio entre tres o cuatro veces inferior a su valor real.
Por su parte los propietarios han negado todas las acusaciones, insisten en que se cumple la normativa y aseguran que se trata de una campaña de calumnias orquestada por extrabajadores.
Esta residencia privada funciona desde hace 12 años. En 2015 recibió una orden de cierre por infracciones pero nunca llegó a cumplirse porque los familiares “presionaron a las autoridades”.
En Grecia hay unas 300 residencias para mayores, municipales, privadas o dependientes de organismos de la iglesia ortodoxa, y una cifra indeterminada que funciona sin licencia ni control.