Con motivo de las canonizaciones de Juan Pablo II y Juan XXIII llegarán a Roma, entre el 26 y 27 de abril, 61 delegaciones —en representación de al menos 54 países— integradas por 19 jefes de Estado, 24 primeros ministros, 23 ministros y al menos 800 000 peregrinos, a los cuales se unirán los 2 000 millones de personas de todo el mundo que seguirán por televisión este evento, informó ayer (19 de abril de 2014) el Comité nacional para el orden y la seguridad pública de Italia.
Por este motivo, el comité dispuso la intensificación de los controles en todo el territorio italiano, de manera particular en los llamados objetivos sensibles, con 2 430 efectivos de las diversas fuerzas armadas, los cuales reforzarán a los 800 policías, más de 250 bomberos y 2 600 miembros de la Protección Civil, ya predispuestos por el gobierno de Roma.
También se tiene prevista la instalación de mega pantallas en las plazas del Pueblo y Farnese y otras más en la avenida de los Foros Imperiales y en la vía de la Conciliación, la calzada que lleva del río Tiber a la plaza vaticana, la cual estará abierta al público hasta la media noche del 27 de abril: los peregrinos podrán visitar la Basílica de San Pedro hasta esa hora, pero no podrán ver los restos mortales de los dos Papas ya que no serán expuestos al público.
Sin embargo, al área de San Pedro no se podrá acceder desde las 19 horas del sábado 26 de abril para evitar, explicó el comité, que los peregrinos puedan concentrarse un día antes de la canonización en la explanada vaticana y en la vía de la Conciliación: por motivos de seguridad, un día antes del evento serán removidos todos los vehículos estacionados en esa área.
En tanto, el papa Francisco presidió ayer la Vigilia Pascual, e instó a los miles de fieles y peregrinos que lo acompañaron en la Basílica de San Pedro a volver a las raíces del cristianismo. El Papa bendijo el fuego nuevo, encendió el cirio pascual y bautizó a 10 personas de distintos países.