Donald Trump logró también una mayoría republicana en las dos Cámaras del Congreso. Foto: AFP
Donald Trump hizo muchas promesas durante la campaña, pero pronto tendrá que acostumbrase a la dura realidad del día a día de la política. El equipo del republicano se enfrenta a una enorme tarea antes incluso de que el próximo 20 de enero se mude a la Casa Blanca.
A continuación, algunas de las cuestiones más importantes:
¿Qué pasará en los próximos días? El presidente saliente, Barack Obama, recibirá hoy, 10 de noviembre del 2016 (a las 11:00 hora local/16:00 GMT) a Trump en la Casa Blanca para hablar sobre el traspaso de poderes.
Esta fase es muy importante ya que ni el país ni el Gobierno pueden pararse. Y la lista de tareas y retos es demasiado larga como para traspasarla de un Gobierno a otro en unos pocos días.
En las últimas semanas ya se habían preparado para ello tanto un equipo de Trump como uno de su adversaria, la demócrata Hillary Clinton.
¿Cuál es el papel del equipo de Trump en este proceso? Para la gente de Trump se trata sobre todo de sentar las bases de la presidencia. Eso significa en primer lugar repartir los puestos del gabinete y llevarse a su propio personal.
Junto con Obama abandonarán la Casa Blanca toda una tropa de empleados de la administración y habrá que contratar nuevos. Se trata de puestos importantes en departamentos como el Pentágono, el Departamento de Estado o el Departamento de Seguridad Nacional.
Al frente del equipo de Trump está el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, uno de los más estrechos aliados del presidente electo. Según la prensa, hace poco Christie dijo ante un grupo de lobbistas que hasta el 20 de enero se decidirá en cuáles de las políticas de Obama se puede dar marcha atrás.
¿Puede Trump anular las reformas de Obama cuando llegue a la Casa Blanca? Es fácil que pueda hacerlo con los decretos presidenciales emitidos por Obama.
El presidente demócrata tuvo que sacar adelante muchos de sus planes mediante esa fórmula, ya que se enfrentaba a una mayoría republicana en el Congreso, por ejemplo en el caso del salario mínimo en las instituciones públicas. Para decretar esas órdenes ejecutivas, el presidente no necesita el apoyo del Congreso.
Pero su sucesor puede anularlas de un plumazo firmando nuevas órdenes ejecutivas. Y Trump aseguró que derogará cada una de las medidas aprobadas por Obama.
¿Qué pasará con la reforma sanitaria, el “Obamacare”? El presidente no puede anular leyes sin contar con el Congreso.
Trump prometió que derogaría y sustituiría de inmediato la reforma sanitaria, conocida como “Obamacare”, y que busca proporcionar acceso a un seguro médico a los en torno a 40 millones de ciudadanos que no lo tenían. Pero podría resultarle difícil hacerlo.
Los republicanos lograron defender en las elecciones su mayoría en las dos Cámaras del Congreso y se oponen a la reforma sanitaria de Obama. Pero en el Senado no cuentan con la mayoría necesaria de 60 escaños como para evitar un bloqueo de los demócratas.
Y estos podrían emplear la técnica del filibusterismo (discursos interminables) para evitar que se voten iniciativas legislativas. Pero incluso si Trump no consigue derogar la reforma al completo, podría debilitarla mediante pequeñas modificaciones o revocarla parcialmente.