En Chile, el temor a ser víctima de la delincuencia también ha alejado a un importante grupo de personas de lugares públicos como plazas, parques y estadios de fútbol.
Un estudio, que se aplicó a casi 26 000 hogares de las principales comunas del país, no solo revela ese diagnóstico, sino también los efectos que el temor a la delincuencia ha causado en la conducta de la ciudadanía.
Por ejemplo, el 56,6% de los encuestados reconoce que dejó de usar joyas para prevenir ser víctima de delitos. Quienes más han cambiado este hábito son, naturalmente, las mujeres (67,9%) y también las personas de entre 40 y 49 años (60,6%). También hay un 59,5% que admite que ha dejado de portar dinero en efectivo. La cifra crece a 65,1% en el nivel socioeconómico bajo y a 66% entre los adultos mayores.
Este último grupo etario también es el que más ha cambiado sus comportamientos a causa de la actividad delictiva. El 74% de los mayores de 60 señala que ya no deja su casa a solas, 77,2% dice que ya no llega tarde a su hogar y el 78,8% declara que dejó de salir de noche. Llamativamente, no solo los mayores temen que un trasnoche se vea arruinado por un delito: lo mismo cree el 51,8% de los jóvenes de entre 15 y 19 años.
El grupo más confiado en la seguridad de sus salidas nocturnas es el de 20 a 24 años, donde solo 45,8% afirma no salir por miedo.
La delincuencia también influye en los lugares que visitan los chilenos. El 40,5% dice que dejó de usar lugares públicos de recreación. Una estadística que varía por nivel socioeconómico: en el grupo de más ingresos, el 25,1% de la gente cambió este hábito, contra el 44,3% del estrato bajo.
En general, los lugares más temidos son “algunas calles” (20% dice evitarlas siempre y 56,7% de noche) y parques y plazas (18,5% los evita siempre). De noche, el temor hacia los paraderos de la locomoción colectiva también es enorme: 49,4% los evita.
Pese a la pasión futbolera desatada por la selección y su participación en el Mundial de Sudáfrica, el miedo a ir al estadio no se diluye y en torno al 14% de las personas declara que nunca va por temor a sufrir un delito. Más llamativo aún: no existen mayores diferencias entre hombres y mujeres. Una situación similar se repite con el 11% de personas que declara que no va a discotecas.
Pese a que la delincuencia ocupa el segundo lugar entre los temores de la ciudadanía a nivel nacional, hay grupos que la perciben como la amenaza principal.
Uno de ellos es el de las mujeres, donde el 28,7% dice que ser víctima de un delito es la situación que más le preocupa.