Tampoco nos preguntamos qué razones tiene cada uno de los penitentes para caminar durante horas en nombre de algo en lo que creen.
¿Participan por un pedido, por un ofrecimiento, por un agradecimiento o solo por encontrar un apoyo para cambiar el rumbo de sus vidas?
Son obreros, carpinteros, albañiles, policías, lavanderas, amas de casa, empleadas domésticas, estudiantes. Gente de todo el país. Jóvenes, niños, viejos, hombres y mujeres.