El deshielo de los glaciares de la Antártida está haciendo que los océanos cada vez sean más ácidos, lo que afectará a toda la fauna y flora marina de Latinoamérica, indicó el director del Instituto Antártico Ecuatoriano, José Olmedo, y que ayer publicó diario El Nacional de Caracas.
“Los océanos cada vez son más ácidos a causa de la entrada de agua dulce”, fruto del deshielo de los glaciares, explicó Olmedo en una entrevista telefónica a la agencia EFE desde las islas Galápagos, donde ayer concluyó una reunión de los mayores expertos de la región sobre el tema.
En este sentido, argumentó que esta acidificación de los océanos “debilita a los organismos de agua salada” y añadió que esto tendrá “una repercusión en todos los países latinoamericanos”. La principal conclusión del encuentro, que ha reunido a los Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos (Rapal) es que el cambio climático está transformando el ecosistema de la Antártida. Olmedo explicó que en esta región predomina un ecosistema relacionado con el agua salada del mar, pero ahora, con el deshielo de los glaciares, está penetrando agua dulce en las costas, lo que fuerza a los seres vivos a emigrar mar adentro.
El director aclaró que estos organismos son de los que se alimentan otros animales como los pinguinos, focas o aves, que también se ven obligados a ir a zonas más alejadas para alimentarse.
Dijo que estos son procesos que se dan a “largo plazo”, pero que ya se empiezan a “visualizar en el encadenamiento” del ecosistema antártico. El científico remarcó que el cambio climático es un proceso global en el que todos los habitantes del planeta están inmersos. “Eso es un problema para las poblaciones costeras y que están al mismo nivel del mar porque el agua aumenta y penetra en las ciudades”.