El Gobierno polaco anunció este miércoles 7 de julio del 2021 cambios en la ley de tráfico para endurecer las penas a conductores ebrios que causen víctimas e incluirá el pago de pensiones vitalicias a estas o sus descendientes por parte de los culpables.
El portavoz del Ejecutivo, Piotr Müller, explicó que las sanciones tendrán dos partes: la responsabilidad penal, con penas de cárcel más largas, y la responsabilidad económica, con la obligación de pagar pensiones de por vida a los “afectados por su irresponsabilidad”, así como a sus familiares.
El caso de un conductor ebrio que el 4 de julio provocó un accidente en el que murió una joven pareja que dejó tres hijos huérfanos conmocionó al país y provocó una oleada de peticiones para hacer más severas las condenas contra este tipo de delitos.
El primer ministro, Mateusz Morawiecki, afirmó que su Gobierno “comenzará a trabajar rápidamente” en cambios legislativos “estrictos” y pidió “que todos los polacos tengan claro que cuando alguien se pone al volante bajo la influencia del alcohol es un asesino potencial“.
El jefe del departamento de Tráfico de la policía polaca, Robert Opas, reveló que, en lo que va de año, se ha arrestado o multado a casi 50 000 polacos por conducir con más alcohol del permitido y recordó que habitualmente este número pasa de 110 000 al año e incluso en 2020, a pesar de las restricciones de movimiento debidas a la pandemia, se registraron 98 000 infracciones de este tipo.
Entre el 30 de junio y el 5 de julio de este año han muerto en Polonia 42 personas en accidentes de tráfico y casi 500 han resultado heridas, según las autoridades, que en su informe aseguran que en la mayoría de los accidentes está presente el alcohol.
Un informe del Observatorio Polaco de Seguridad Vial revela que cada año pierden la vida unas 3 000 personas en las carreteras de este país y que el número de accidentes, que superó los 450 000 en 2019, sigue una curva ascendente desde 2014.
El estudio, que subraya que el alcohol y la velocidad elevada son los dos principales factores en estos accidentes, muestra que los peatones se convierten en víctimas mortales en aproximadamente el 20% de los casos, así como los ciclistas.
La asociación cívica de Varsovia ‘La Ciudad es Nuestra’ instaló en 2019 un medidor de velocidad con radares frente a una escuela de la ciudad y comprobó que, en solo una semana, ninguno de los 20 000 vehículos que pasaron por ese punto respetó la velocidad máxima permitida de 40 km/h, que el más lento viajaba a 62 km/h y que uno de ellos iba a 128 km/h.
En mayo, un grupo de activistas de Varsovia se dio cita frente al Parlamento polaco vestidos con ropa de los años noventa para protestar por el hecho de que las multas de tráfico no han aumentado su cuantía en los últimos 24 años, mientras que el salario medio se ha multiplicado por cuatro en ese tiempo.
Recientemente, el Gobierno aprobó un cambio en las normas viales para dar preferencia a los peatones en los pasos de cebra, pues hasta entonces tenían que esperar a tener la vía libre para poder cruzar.