Con 130 votos a favor, la plenaria de la Cámara avaló el segundo pacto alcanzado por las partes para terminar 52 años de conflicto armado. Foto: AFP
La Cámara de Representantes de Colombia refrendó este 30 de noviembre del 2016, por mayoría absoluta, el acuerdo de paz firmado el pasado 24 de noviembre entre el Gobierno y las FARC que fue aprobado abrumadoramente en el Senado.
Con 130 votos a favor, la plenaria de la Cámara avaló el segundo pacto alcanzado por las partes para terminar 52 años de conflicto armado y ahora queda el camino libre para proceder a su implementación.
“Gratitud con Congreso por histórico respaldo a esperanza de paz de los colombianos”, escribió el presidente Juan Manuel Santos, en su cuenta de Twitter.
La bancada del opositor Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, se retiró de la discusión al momento de las votaciones.
Mientras tanto, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo en Twitter que con 130 votos a favor y cero en contra queda aprobado el nuevo acuerdo de paz con lo que “queda refrendado y listo para la implementación“.
La aprobación en el legislativo se dio en medio de un acalorado debate en el que la voz del Gobierno la llevó el jefe negociador, Humberto de la Calle, quien reiteró que al nuevo acuerdo se incorporaron “el mayor número posible de cambios, 57 de los 60 propuestos”.
El presidente Santos, y el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko“, firmaron el pasado 24 de noviembre en el Teatro Colón de Bogotá el texto en discusión, al que se le incorporaron la mayoría de las propuestas del “no”, opción que ganó en el plebiscito del 2 de octubre, cuando se rechazó el primer acuerdo.
“Comienza el día D”
“¿Cómo va a aprobar el Congreso lo que fue rechazado por el pueblo colombiano?”, había dicho más temprano ante la Cámara el excandidato presidencial del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, uno de los voceros invitados a defender su visión en la plenaria.
Los uribistas se opusieron al modo de refrendación, pero también al pacto en general, por considerar que trae “impunidad total” y otorga elegibilidad política a guerrilleros culpables de crímenes atroces antes de que cumplan sus penas.
A la plenaria de la Cámara de Representantes, casi a modo de duplicado de lo ocurrido el martes en el Senado, también asistieron líderes de víctimas del conflicto armado, representantes de Naciones Unidas y otros sectores de la sociedad civil que plantearon sus posiciones a favor o en contra del acuerdo de paz.
“La situación actual de cese al fuego y preagrupamiento de la guerrilla es frágil. Esto no es retórica”, dijo en la sesión el jefe negociador de paz del gobierno, Humberto de la Calle, quien instó a los congresistas a dar su “sí” al texto.
Las partes sostienen desde fines de agosto un cese al fuego, que se ha visto perturbado por la muerte de dos guerrilleros de las FARC hace unas semanas en supuestos combates con el Ejército y, más recientemente, por una serie de homicidios y atentados contra líderes sociales.
Tras su aprobación definitiva en el Congreso, el acuerdo queda listo para ser implementado. Una etapa en la que también serán clave los parlamentarios, pues se espera que a la mayor brevedad el gobierno comience a presentar los proyectos que permitirán poner en marcha lo pactado, empezando por la ley de amnistía para los guerrilleros.
“Mañana comienza el Día D. ¿Y eso qué quiere decir? Que en cinco días comienza el traslado de todos los miembros de las FARC a las zonas veredales de transición”, donde dejarán progresivamente sus armas bajo supervisión de la ONU, había explicado Santos más temprano, confiado en que el trámite en el Congreso terminaría sin ningún revés.