El expresidente colombiano y exsecretario general de la OEA César Gaviria afirmó hoy 29 de julio que mientras EE.UU. no cambie su política de lucha contra las drogas y establezca una efectiva regulación del mercado, México seguirá sufriendo la violencia que vive en la actualidad.
Al participar en el Foro Internacional de Políticas de Drogas en la capital mexicana, Gaviria (1990-1994) insistió en que México debe presionar a Estados Unidos a debatir el asunto para minimizar la inseguridad.
En la conferencia magistral ‘Diagnóstico y Perspectiva de la Política de Drogas en el mundo’, el exmandatario destacó que de las decenas de miles de muertes que lleva la lucha contra el narcotráfico, México ha puesto más de 60 000.
“Los muertos de México son por la política que Estados Unidos mantiene en materia de drogas; lo mismo pasa en Colombia”, sostuvo el exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Gaviria consideró que la Policía Federal mexicana y la Gendarmería Nacional, que empezará a funcionar en breve, deberán contar con entrenamiento militar y de operaciones especiales para poder hacer frente de manera efectiva al narcotráfico y al delito de secuestro.
“No sólo hay que moverse a mercados regulados de droga, hay que hacer más en seguridad, justicia y combate al enriquecimiento ilícito”, sostuvo.
El exmandatario colombiano indicó que en México se abusa de la figura del arraigo (detención provisional) y no se investiga a fondo, por lo que se termina poniendo en libertad a los narcotraficantes, lo que sigue estimulando la violencia.
Gaviria aclaró que mucha de la inseguridad, en específico los asaltos que sufren los mexicanos, deriva del consumo local de drogas.
No obstante, afirmó que la marihuana no hace más daño que el alcohol. “Nadie sabe de muertos por sobredosis de marihuana; no genera agresividad como las bebidas embriagantes”, apuntó.
Por último, declaró que la legalización de las drogas es sólo la mitad del camino, mientras que la otra mitad es apoyar a los adictos.
“La legalización no es una política, es un proceso; significa regulación, no que la gente consuma drogas de forma ilimitada”, explicó.
A su vez, el diputado mexicano Fernando Belaunzarán, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), declaró que pese a las diferencias, urge promover un debate nacional en torno a las drogas para revisar la legislación vigente.
“También es un asunto global, y el papel que juguemos en los foros multilaterales servirá para incidir en los cambios necesarios y apremiantes de un modelo de costos altos y resultados magros”, añadió el legislador.
Belaunzarán, organizador del encuentro, sostuvo que no se puede negar que el Estado mexicano ha utilizado toda su fuerza para enfrentar el problema de las drogas.
Pese a ello, organismos como la ONU han colocado al país en el primer lugar de producción de metanfetaminas, y en el segundo tanto de marihuana como de opio.
El diputado destacó que la situación no puede cambiar si se insiste en hacer lo mismo.
“Vale la pena cambiar si eso significa recuperar lo que ha sido sacrificado”, enfatizó.
Por su parte, el viceministro de Gobernación (Interior) para Prevención y Participación Ciudadana, Roberto Campa, estimó necesario evaluar las consecuencias de legalizar las drogas, en términos de consumo, violencia, salud y finanzas públicas.
Campa detalló que en México se está analizando la forma en que debe abordarse el consumo de drogas y destacó que la política pública en la materia pone énfasis en la salud pública.