ETA aseguró ayer que no quiere perpetrar más ataques terroristas, pero la noticia no fue acogida con especial entusiasmo en España. Las fuerzas de seguridad temen que la “renuncia a la violencia” sea solo un truco del grupo armado independentista.El video con el anuncio muestra a tres figuras vestidas de negro, encapuchadas y con la cabeza cubierta por boinas vascas. Una mujer sentada en el medio lee un comunicado en vasco. El anuncio: “no llevar a cabo acciones armadas ofensivas”.
Fuentes del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y del opositor Partido Popular reaccionaron más bien con escepticismo. “Absolutamente insuficiente”, dijo tajante el consejero del Interior del gobierno en País Vasco, Rodolfo Ares.
La renuncia a la violencia se queda muy por detrás de lo exigido por el Ejecutivo, que demanda la deposición incondicional y definitiva de las armas.
Sin embargo, en la misiva ETA no hace mención alguna de entregar las armas. Tampoco está claro cuánto durará el supuesto cese del fuego.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayó hace poco que ETA no estaba dispuesta a deponer las armas. Las fuerzas de seguridad creen que el anuncio de ayer no es más que otra estrategia para ganar tiempo y superar su actual fase de debilidad.
En las tres últimas décadas la organización declaró 11 treguas que aprovechó para reforzar su estructura interna y rearmarse.
Actualmente ETA se encuentra en uno de sus peores momentos, según los expertos. Sus últimos ataques terroristas se remontan a hace ya más de un año. Rubalcaba aseguró que el hecho de que no perpetrara atentados no se debe a que no quiso, sino a que no pudo.
En los últimos cuatro años la Policía detuvo a 400 presuntos miembros de ETA, lo que obligó a la organización a renovar seis veces la cúpula debido a que habían sido detenidos sus principales cabecillas.
A eso hay que sumar el creciente distanciamiento de los políticos separatistas radicales hacia ETA, por considerar que su lucha no tiene sentido.
Varios miembros de la organización condenados renegaron en prisión de ETA, entre ellos también Idoia López Riaño, conocida como ‘La Tigresa’, que era considerada la terrorista más sanguinaria de ETA y que fue condenada a 2 000 años de prisión por 23 asesinatos.
En la ilegalizada formación separatista Batasuna (‘unidad’ en vasco), el brazo político de ETA, se extendió la convicción de que el terror es contraproducente para sus propias metas. Los líderes del partido han dado a entender vagamente su distanciamiento hacia las estrategias de violencia.
Pero, no se han atrevido, hasta la fecha, a condenar el terror o romper sus vínculos con ETA. Aun así, el viernes pasado Batasuna llamó a ETA a un cese del fuego.
El Gobierno considera la jugada una artimaña para hacer reversible la ilegalización del partido y poder concurrir así a las elecciones autonómicas en primavera (boreal) del 2011.
Por su parte, la secretaria de organización del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Leire Pajín, calificó el comunicado de la banda como “claramente insuficiente. Le pedimos (a ETA) el abandono definitivo de la violencia y de las armas y, por tanto, su definitiva disolución”.
“Eso es lo que espera la sociedad española y eso es lo que volvemos a pedirle hoy a la banda terrorista ETA”, dijo Pajín en declaraciones a la cadena RNE.
Lea el texto de la tregua y vea el video de ETA