La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, dijo el 15 de noviembre del 2019 que su país tiene previsto salir del Alba y la Unasur. Foto: EFE
La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, confirmó el viernes 15 de noviembre del 2019 que se decidió la salida del país de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y se analiza también el retiro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“Ya no somos parte del tratado del Alba. Estamos analizando la desvinculación del tratado de Unasur”, dijo Longaric, en una rueda de prensa en La Paz, junto a la ministra interina de Comunicación, Roxana Lizárraga.
La Canciller interina dijo que ante las declaraciones del “excanciller (Diego) Pary y de otros miembros del Movimiento al Socialismo (MAS) durante una reunión del Alba en Nicaragua“, el Gobierno interino “ha desvinculado a Bolivia” del tratado Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.
Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), encabezados por Venezuela y Cuba, expresaron el jueves 14 de noviembre en Managua su confianza en revertir el “golpe de Estado” que, a su juicio, fue dado a Evo Morales, quien el domingo renunció a la Presidencia de Bolivia.
En ese encuentro, Pary, que llegó el miércoles 13 de noviembre a Nicaragua desde donde tiene previsto viajar a otros países y exponer su punto de vista de la situación en Bolivia, instó a la comunidad internacional a desconocer al Gobierno de la presidenta interina, Jeanine Áñez.
En Bolivia se encuentra una de las sedes de las casas de la Cultura de la Alba, que también están en Venezuela y Cuba, países aliados de Evo Morales.
La ministra interina de Relaciones Exteriores también explicó que “existe ya la decisión política y jurídica del retiro” de Unasur, “un organismo que no nos beneficia para nada”.
“Pero es la asamblea Legislativa la que tiene que procesar la salida de Bolivia de la Unasur, porque cuando se adhirió lo hizo a través de la Asamblea”, subrayó.
“Además en los hechos Unasur ya no existe, prácticamente todos los países miembros del Grupo de Lima han abandonado Unasur y quedan cuatro Estados que serían los que están sustentando económicamente a un organismo que no existe”.
El Legislativo boliviano está controlado actualmente por el partido de Morales, el MAS.
A principios de año, el Gobierno de Ecuador decidió retirarse de Unasur y con ello cerrar la sede del organismo, por lo que el Gobierno de Morales ofreció acoger a la Secretaría General y otras oficinas y comités de ese bloque regional en el edificio que construyó en el centro del país para el Parlamento de la Unión de Naciones Suramericanas.
Algunos países ya han tomado la decisión de alejarse de la Unasur o de suspender su participación argumentando que es preciso encontrar nuevas formas de integración regional y critican su ideologización y estructura burocrática.
En el organismo han quedando activos únicamente Uruguay, Guayana, Surinam y Venezuela.
Bolivia está sumida en una crisis tras los comicios del 20 de octubre, con protestas que inicialmente fueron en contra de Evo Morales por denuncias de fraude para lograr su reelección para un cuarto mandato consecutivo.
Morales renunció a la Presidencia el pasado domingo 10 de noviembre y se fue al día siguiente en condición de asilado a México, desatando desde entonces las protestas de sus seguidores.
Las protestas ya han dejado al menos 13 muertos, 508 heridos y 460 detenidos en distintos incidentes, según datos oficiales.