Una imagen de archivo muestra a uno de los aviones Antonov, de la compañía rusa Saratov Airlines. Un avión de esa aerolínea se estrelló con pasajeros, este 11 de febrero del 2018. Foto: AFP
Un avión de pasajeros ruso, con 71 personas a bordo según las agencias locales, que realizaba un vuelo interior se estrelló este domingo 11 de febrero del 2018 en las afueras de Moscú poco después de despegar desde el aeropuerto de Domodedovo, en la capital rusa.
El avión, un Antonov An-148 de la compañía rusa Saratov Airlines, se dirigía a Orsk, en los Urales, y se estrelló en el distrito de Ramensky, en las afueras de Moscú.
Según las agencias de prensa rusas, el avión llevaba a bordo 65 pasajeros y seis miembros de la tripulación. También citan a testigos en el pueblo de Argunovo, que vieron un avión en llamas cayendo del cielo.
Las autoridades rusas no han aludido por el momento a la hipótesis de un acto terrorista.
Según las agencias, testigos vieron el avión en llamas caer cerca de la localidad de Argunovo, al sureste de la capital. Una fuente de los servicios de emergencia rusos indicó a la agencia Interfax que las 71 personas a bordo no tenían “ninguna posibilidad” de sobrevivir.
El fuselaje del aparato “está diseminado sobre un kilómetro”, precisó a Interfax un responsable del ministerio de Situaciones de emergencia ruso.
Partes del fuselaje del avión quedaron desperdigadas en una amplia zona, tras el accidente de una aeronave con 71 personas a bordo. Foto: Captura de pantalla
“Más de 150 personas y unos 20 vehículos de socorro han acudido al lugar”, precisó en un comunicado el Ministerio.
La nieve, que volvió a caer este domingo en Moscú y su región, impedía que los vehículos pudieran acercarse al lugar donde se estrelló el avión, por lo que los socorristas tuvieron que llegar a pie, según relatan los medios rusos.
Imágenes difundidas por las televisiones rusas muestras restos del avión, con los colores naranja de Saratov Airlines, diseminados en los campos nevados.
La nieve que cubre Rusia ha dificultado las labores de rescate de las víctimas del avión que se estrello, este domingo 11 febrero del 2018. Foto: Captura de pantalla
“En este momento, los socorristas han llegado al lugar. Hay muchos cuerpos y fragmentos de cadáveres”, declaró una fuente a Interfax.
El avión, un birreactor del constructor ucraniano Antonov, con capacidad de hasta 80 personas, desapareció de los radares dos minutos después del despegue.
El vuelo tenía como destino la ciudad de Orsk, en la frontera con Kazajstán. No es raro que en Rusia se produzcan accidentes aéreos. Desde 2010 ha habido al menos cuatro siniestros graves de aparatos civiles con más de 240 muertos.
El último se produjo en marzo de 2016, cuando se estrelló un Boeing 737-800 de Dubái durante una tormenta en el aeropuerto de la ciudad de Rostov del Don.
El avión de la aerolínea de bajo coste FlyDubai quedó envuelto en una bola de fuego y murieron las 62 personas que iban a bordo. Dos años y medio antes hubo un accidente con un Boeing 737-500 que iba a aterrizar en la ciudad de Kazán pero que chocó contra la pista y se incendió. Murieron todos los 50 ocupantes del aparato.