Los migrantes se unieron para protestar frente a la Policía húngara, que bloqueó el acceso a las estaciones de tren en Budapest. Foto: AFP
El primer ministro sueco, Stefan Löfven, reclamó este lunes 7 de septiembre la sustitución de la normativa de Dublín, que regula la acogida de refugiados en la Unión Europea (UE), por un sistema que imponga cuotas obligatorias y repartidas entre países.
“Ahora se necesita un sistema permanente y obligatorio y para lograrlo es necesario reformar la regla de Dublín. La cifra de refugiados debe aumentar de forma considerable y debe repartirse entre los países de la UE”, dijo en rueda de prensa L fven, que habló de acoger a 100 000 asilados en la Unión por cuota.
La normativa de Dublín, piedra angular del sistema de asilo común y que ha sido criticada ante la oleada de refugiados que llegan a Europa sobre todo de Siria, establece que la nación competente es la primera a la que llegó o a la que pidió protección internacional el solicitante.
La propuesta sueca es similar a la que defiende Alemania, con cuya canciller, Angela Merkel, se entrevistará mañana en Berlín el primer ministro de Suecia, el país que más peticionarios de asilo per cápita recibió en 2014, y que espera acoger a 800 000 este año, según los últimos pronósticos.
Löfven destacó que la crisis actual en Europa no es de refugiados, “sino de responsabilidad”, y mostró su preocupación porque hay “demasiados países” que la “eluden”, señalando directamente a Viktor Orban, jefe del Ejecutivo húngaro.
“Orban es primer ministro de uno de los países que reciben más ayuda de la UE. La conclusión es lógica: si quiere tener una parte del bien común hay que demostrar también que se es parte de él”, afirmó L fven, “orgulloso” de Suecia, “uno de los pocos que ha tenido y tendrá una política solidaria”.
Asimismo defendió que Europa, con una población de
500 millones, no puede decir que “no hay sitio” si llega un millón más.
El primer ministro socialdemócrata anunció además que el gobierno en minoría que forma con los ecologistas presentará en otoño un nuevo paquete sobre ayudas para los peticionarios de asilo que lleguen a Suecia y una reforma de la ley actual que permite a los ayuntamientos negarse a recibir más refugiados.
“Todos los municipios suecos deben repartirse la responsabilidad entre ellos”, afirmó. Löfven ya había criticado la política comunitaria de asilo ayer en una manifestación a favor de los refugiados que reunió a miles de personas en el centro de Estocolmo, asegurando que su Europa “no levanta muros”.