Movimientos buscan atraer más mujeres
El jueves, Democracia Sí analizó los cambios legales sobre la paridad de género. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
A sus 46 años, Mónica Galindo divide su tiempo entre la docencia y la militancia política. Desde hace casi un mes fue designada coordinadora del Frente de Mujeres del Movimiento Creo en Quito. Por las noches es maestra en una escuela de conducción profesional.
Su tarea es motivar el acercamiento de más mujeres y reforzar la estructura organizativa, en la capital, del movimiento liderado por Guillermo Lasso.
Con las reformas al Código de la Democracia, las mujeres deberán encabezar las listas pluripersonales, con un criterio de progresividad. En los comicios del 2021, las organizaciones tienen que completar este parámetro de paridad, en un 15%. La meta es alcanzar el 50% en las elecciones legislativas, previstas para el 2025.
Esta reglamentación obliga a las organizaciones a reforzar sus procesos para vincular a más mujeres y romper con el dominio masculino.
César Monge, presidente nacional de Creo, recordó que formaron su primer Frente de Mujeres en el 2012. El dirigente cuestionó que se haya aprobado el criterio de paridad de manera progresiva, pues considera que se debió ejecutar de manera inmediata el 50% del parámetro. Sostiene que “están listos para cumplir” la norma.
Un estudio presentado en noviembre por el Consejo Nacional Electoral (CNE), ONU y Fundación Esquel detalla que no hay el dato exacto de cuántas mujeres son adherentes de movimientos políticos, aunque se arroja el dato de que serían “menos de la mitad”.
Diana Atamaint, presidenta del CNE, aclara que la Ley no obliga a que las candidatas sean adherentes de organizaciones para candidatizarse. Pero la reforma establece que las mujeres también deben encabezar las listas en procesos de democracia interna para definir candidatos. Esto abriría el abanico de oportunidades.
El estudio muestra que en los comicios recientes, de los 81 149 candidatos, las mujeres llegaron al 47,9%. El porcentaje supone un incremento de 5,8
puntos respecto de los comicios del 2014.
Blanca Ortiz es directora de Democracia Sí en Quito. El jueves participó en un taller con otras militantes. Dice que buscan un “protagonismo real” y no que sus perfiles sean usados para “rellenar listas”.
En el estatuto del movimiento se estableció que las direcciones de Democracia Sí deben tener criterios de paridad.
A pesar de esos cambios, los partidos aún son “extremadamente machistas”, a criterio de la activista Silvia Buendía. Recordó que la primera ley de paridad del país data de 1997 y que este principio consta en la Constitución del 2008.
“Antes el dueño del partido ponía candidatos a conveniencia, casi siempre de su círculo. Ahora las mujeres deberán encabezar las listas”, dice.
La Izquierda Democrática (ID) levantó una agenda de género y desarrolla programas específicos orientados a mujeres, referentes a gestión pública y liderazgo. Así lo contó su presidenta, Wilma Andrade.
Verónica Carrillo, de 27 años, reconoce que en el sistema de partidos es más complicado que una mujer llegue a puestos de representación y recordó que, por lo general, en las listas pluripersonales se las ubicaba a partir del segundo puesto, no encabezando.
La ID planea inaugurar una guardería en su sede, para que las madres puedan asistir a los procesos de formación.
Para Natasha Rojas, dirigente de Unidad Popular, la reforma legal promueve la participación de mujeres en mejores condiciones. Sostiene que esa organización, dentro de su estatuto, contempla como prioridad el desarrollo de lideresas.
Ruth Hidalgo, de Participación Ciudadana, reconoce que hay voces críticas de este cambio. Pero cree que esta “conquista” permitirá garantizar un mejor proceso de inclusión y participación política.
Otras organizaciones, como el Partido Social Cristiano, Pachakutik y Fuerza Compromiso Social, apelarán a sus procesos de formación para perfilar cuadros. Aunque la mayoría de partidos y movimientos coincide en que aún tienen que esperar la reglamentación para adaptarse a la reforma.
La Asamblea Nacional debe resolver el veto del Ejecutivo al Código de la Democracia. Entre sus observaciones, el presidente Lenín Moreno no objetó el tema de las listas encabezadas por mujeres.
Una vez que la norma vaya al Registro Oficial, el CNE deberá elaborar el respectivo reglamento para aplicar los cambios en las elecciones. Esta norma secundaria se espera estructurar en un solo cuerpo.