Tegucigalpa, Quito. AFP, ANSA, Reuters
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llegó ayer a Honduras, en un intento por zanjar la crisis política que derivó en el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya.
Mientras tanto, miles de personas salieron a las calles para manifestarse a favor y en contra del depuesto Mandatario. Zelaya fue sacado por militares a punta de rifle desde su casa y llevado a Costa Rica el domingo pasado, día en que planeaba realizar una consulta popular que abriera camino a una Constituyente.
Pero la visita de Insulza no implica que el gobierno interino de Roberto Micheletti, que tomó el poder ese mismo día, esté dispuesto a permitir el regreso de Zelaya anunciado para mañana.
La Organización de Estados Americanos (OEA) dio un ultimátum al país bajo la advertencia de que si no restituye a Zelaya será suspendido del organismo, tal como sucedió con Cuba en 1962. Micheletti habló ayer, poco antes de la llegada de Insulza, ante una multitud reunida frente a la casa presidencial y coreó: “No fue golpe, no fue golpe”.
Además, refirió que espera que el jefe de la OEA “sea justo, correcto y que se dé cuenta cómo un pueblo quiere la paz, la democracia y la tranquilidad”.
Entre consignas de los manifestantes en contra de Zelaya y del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Micheletti prometió que las elecciones fijadas para noviembre se realizarán “en cuanto se decida”, reafirmando su oferta de anticiparlas.
La presión internacional para restituir a Zelaya crece, con pronunciamientos de Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y la OEA, que condenaron el golpe de Estado.
Además, Chávez anunció que cortó el suministro de crudo que Venezuela vendía a Honduras en condiciones financieras preferenciales como parte del acuerdo Petrocaribe. Al respecto, Micheletti dijo que el país se apoyará en otros proveedores.
Insulza, que llegó fuertemente custodiado y con una numerosa comitiva, dialogó casi dos horas con los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Les notificó los términos del ultimátum de 72 horas para que restituya el poder a Zelaya. El plazo vence hoy.
Tras la reunión, el presidente del organismo, Jorge Rivera le dijo a Insulza: “Nuestra decisión está tomada y es irreversible, hagan ustedes lo que quieran”, indicó a la AFP Danilo Izaguirre, portavoz de la Corte.
Luego, Insulza se encontró con jerarcas católicos y más tarde con diplomáticos, a quienes les manifestó: “La OEA se encamina hacia la suspensión de Honduras, según fuentes coincidentes que asistieron a la reunión.
El Régimen de facto por el momento “no tiene ninguna intención de revertir el proceso que llevó al derrocamiento de Manuel Zelaya”, dijo posteriormente el Secretario de la OEA en conferencia de prensa. Lamentó no encontrar en sus interlocutores “una disposición” a abrir el proceso para el retorno de Zelaya.
Sobre el posible retorno del Mandatario derrocado a Honduras dijo: “Será lo que él decida”.