En el presupuesto se incluyen USD 9,4 millones para reactivar al sector cacaotero. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) contará con menos recursos que invertir en el sector este 2018. La Asamblea Nacional aprobó una asignación de USD 131 millones. De ese monto, 99,9 millones se destinarán en programas para el desarrollo del agro.
El monto de inversiones es un 21% menos que la cantidad aprobada para el 2018.
La mayor cantidad de recursos en este año irá a cuatro proyectos: fomento a la producción, a través del riego en el sector rural; innovación tecnológica; semillas y alianzas inclusivas en cadenas de valor o ‘Dinaminga’ (ver gráfico). Con excepción del primero que cuenta con 19,8 millones más, el resto tiene reducciones.
El plan incluye 2,2 millones para ganadería sostenible.
Rubén Flores, exministro de Agricultura, explicó que el proyecto de riego cuenta con más apoyo por su importancia y porque es financiado por el Banco Mundial, con USD 100 millones. “Se necesitaba una contraparte –financiamiento mínimo del Estado- para operar el proyecto”.
El exfuncionario enfatizó que la Gran Minga Agropecuaria desaparece de los planes del Ministerio, a pesar de ser un proyecto emblemático del Gobierno que debía ejecutarse desde 2017 a 2021, según el Plan Nacional de Desarrollo.
Se vuelven a manejar proyectos desarticulados en territorio, donde la discrecionalidad es significativamente importante”, manifestó Flores.
La viceministra de Agricultura, Alexandra Peralta, no concuerda con él. La Gran Minga, “no se menciona (en el presupuesto), pero sigue”.
Esa política consta, según la Cartera, de 16 proyectos que están incluidos en el plan de inversiones de este año.
El titular de la Cámara de Agricultura Zona II, Kléber Sigüenza, ve con preocupación la reducción de las asignaciones en varios programas, especialmente el de tecnificación.
Para el pequeño agricultor es difícil comprar maquinaria, dice el dirigente y cree que la falta de inversión en este tema explica el alto costo de producción y por qué cada vez más gente abandona sus tierras.
La actividad es la mayor generadora de empleo en el país. De hecho, el sector es responsable de 28 de cada 100 empleos, de acuerdo con datos a diciembre del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
El rubro de salarios también se reduce. Este monto asciende a USD 55 millones, incluido el personal para proyectos de inversión. La cifra es 7,7 millones menos que lo asignado en el 2018 para este concepto.
Los recursos contemplan al personal técnico, que recorre “de manera permanente el campo”, explicó el MAG.
El banano, el cacao y las flores son parte de la oferta de productos exportables, pero este año el MAG quiere impulsar 24 categorías adicionales a fin de generar más divisas y aumentar los envíos al exterior.
En el presupuesto, sin embargo, se ajustó el Proyecto de Reactivación de Café y Cacao Nacional de Fino Aroma (PRCC). Este año recibirá USD 9,4 millones menos.
La baja de recursos se da en momentos en que el sector tiene el desafío de reducir los contenidos de cadmio en el grano de cacao, a fin de cumplir con las exigencias de la Unión Europea para la compra de chocolate y polvo de cacao.
“El Ministerio tiene una estructura muy paternalista con el agricultor de apoyar con cosas físicas, cuando lo que se necesita es capacitación directa”, menciona Eduardo Chávez, docente de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) y que desde el 2017 está involucrado en investigaciones relacionadas con el PRCC.
El MAG señaló que si bien hay una reducción del presupuesto frente a 2018, buscará opciones para compensar esa baja. “Hay nuevas propuestas de proyectos para iniciar este año, para los que estamos buscando financiamiento y, por esa razón, están fuera del listado”. Entre ellos, están el Registro Nacional con Identificación del Productor, el Centro de Información Agropecuaria y Almacenamiento en Silos.