Este 13 de junio del 2022 se inicia la primera fase de los procesos licitatorios para rehabilitar, modernizar y para la operación integral de la Refinería Esmeraldas, informó la empresa pública Petroecuador.
La petrolera estatal señaló que la primera fase arranca con la recepción de las cartas de interés de las compañías interesadas, las mismas que podrán presentarse hasta el 24 de este mes y adquirir el ‘data pack’ o información técnica, económica y legal del complejo, ubicado en la provincia de Esmeraldas.
La petrolera estatal espera una inversión de USD 2 700 millones en este proyecto y prevé adjudicarlo a inversionistas privados, hasta septiembre de este año.
La Refinería Esmeraldas es la más grande del país y tiene una capacidad de procesamiento de 110 000 barriles diarios de petróleo. En estas instalaciones se producen principalmente gasolinas (naptas), diésel 2 y premium, jet A-1, fueloil, GLP, asfaltos y azufre. Según estudios del sector, el 60% de la carga de petróleo se convierte en combustibles y el 40%, en residuos de bajo valor.
La modernización y ampliación de este complejo permitirá la construcción y puesta en marcha de un tren de alta conversión para el procesamiento de los residuos producidos en la planta actual.
Además, servirá para la producción de gasolinas y diésel de calidad y que cumplan con las normas Euro 5, este estándar mide los límites máximos de emisiones contaminantes para vehículos, establecidos por la Unión Europea.
Ítalo Cedeño, gerente de EP Petroecuador, confirmó que se adjudicará en tres meses. “No podemos perder más tiempo y debemos recuperar todo el tiempo perdido para continuar con estos procesos, no solo generarán beneficios a la ciudadanía por la mejora de las gasolinas, sino que permitirán captar más recursos, algo muy indispensable para la caja fiscal y para otros sectores que lo necesitan”, dijo.
Analistas petroleros creen que es muy importante que el Ecuador pueda industrializar el petróleo para abastecer el mercado nacional y tener autosuficiencia energética; tener mejores combustibles y una mejor rentabilidad del petróleo.
Miguel Robalino, analista petrolero, señaló que la decisión de Petroecuador de rehabilitar y modernizar la Refinería de Esmeraldas es muy buena, ya que el país deber ir a la industrialización del petróleo. Además, señaló que muchas empresas estarían interesadas en invertir en las refinerías del país.
Para que la Refinería de Esmeraldas, que tiene capacidad de 110 000 barriles, saque 110 000 barriles de combustible se necesita inversión. La rentabilidad de un barril de petróleo se mide en la industrialización”, agregó.
Según análisis del sector, un barril de petróleo industrializado, es decir de derivados, cuesta tres o cuatro veces más que el crudo. Actualmente, el precio del barril de petróleo WTI, referencia para Ecuador, está en USD 120.
Operación de las refinerías
La refinación en el mundo tiene tres fases o tres trenes de conversión. La primera fase de refinación permite separar y destilar los componentes del petróleo como nafta, kerosén, diésel y gasóleo. Y quedan los residuos, que también son combustibles como el fueloil y el bunker, que sirven para las plantas eléctricas, buques. etc. Esto es lo que realiza principalmente la Refinería de Esmeraldas.
Para que los residuos puedan seguir procesándose se necesita una planta de alta conversión, que es lo que se implementará tras este proceso de licitación.
Estos trenes de alta conversión permiten aprovechar todos los componentes del petróleo y no dejan casi nada de residuos. Es decir, se siguen procesando para obtener mayor cantidad de naftas, diésel, etc. De esta fase queda un residuo de 10% a 5%.
Una tercera conversión, pero esa aún no se ha planteado para Esmeraldas, es la instalación de una planta petroquímica, que permite que de ese residuo se obtenga urea, fertilizantes, etc.
El modelo de contrato que tendrá esta licitación no será vía concesión ni delegación al sector privado, señaló Cedeño. “Será un servicio por el que vamos a pagar, se fijará una tarifa para que se amorticen las inversiones que se van a tener que hacer”, dijo.
Robalino señaló que el modelo de contrato debe estar perfectamente claro y que el Estado en la negociación no pierda la rentabilidad. “Debemos tomar una posición histórica de nosotros poner las condiciones”.