Imagen referencial. La madre de Josué relató que a su hijo lo encerraron en un aula del colegio y lo golpearon. Foto: Pixabay
Los padres de familia de cinco estudiantes de 13, 14 y 15 años se contactaron con este Diario ayer jueves 6 de junio del 2019, para denunciar presuntas agresiones hacia sus hijos y hacia ellos, por parte de compañeros de los chicos. Todos son estudiantes de un colegio que era militar ubicado en el sur de la urbe.
Un certificado médico, emitido con fecha 30 de mayo del 2019, por un hospital de Quito detalla que se atendió en esa casa de salud a Josué (nombre protegido), de 13 años. En el documento se indica que el paciente estuvo hospitalizado desde el 27 hasta el 29 de mayo, con el diagnóstico de trauma craneoencefálico, más traumatismo facial.
La madre de Josué relató que a su hijo lo encerraron en un aula del colegio y lo golpearon. El chico le contó a su mamá que “no es la primera vez que hay enfrentamientos dentro del plantel”, pero prefiere no decir nada porque “nadie les hace caso”.
Este no es el único caso. Elena, (nombre protegido), es la madre de otro joven de 15 años. Asegura que ella y su hijo han recibido amenazas físicas y verbales por un grupo de estudiantes que lideran una banda de música del plantel.
Hace tres meses, su hijo Marco (nombre protegido) entró a ese grupo, que internamente –cuenta la madre de familia– se conoce como “pelotón comando”. Según Elena, los padres “pensábamos que ese grupo estaba a cargo del colegio, pero lo dirige una madre de familia”.
En su testimonio, la madre detalló que luego de dos meses de la entrada de su hijo a la agrupación empezó el maltrato físico y pedidos de dinero. Los padres dijeron que los presuntos agresores tienen entre 17 y 18 años y que son “una especie de líderes del pelotón comando”.
Los padres también relataron que el “pelotón comando” cuenta con unos 50 alumnos. De ellos, 33 padres de familia se reunieron el sábado pasado –detallaron– para conversar sobre los diferentes actos de violencia que suceden al interior del colegio.
Elena detalló que mientras se mantenía dicha reunión, los padres de los presuntos agresores llegaron junto a sus hijos y los amenazaron. “Tuvimos que llamar a la Policía para que nos resguarde hasta nuestras casas”.
Angélica, (nombre protegido), es otra madre de familia que teme por la vida de su hijo de 13 años. Por eso puso una denuncia ante la Fiscalía (cuyos documentos mostró a este Diario), en la que detalló que a su hijo lo amenazaron de muerte y le dijeron que conocen su lugar de domicilio. “Vas a ver lo que te pasa”, “cámbiate de colegio” fueron algunas de las frases amenazantes que la madre detalló en la denuncia. Contó que ella y su hijo fueron perseguidos por seis jóvenes de la misma institución.
El grupo de padres de familia al momento se organiza para llevar sus denuncias ante el Consejo de Protección de Derechos. Cuentan que en varias ocasiones han pedido ayuda a la rectora de la institución, sin recibir ninguna respuesta. Además aseguran que las denuncias se pusieron en el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) del colegio.
Adicionalmente, los padres de familia dijeron que el pasado lunes 3 de junio se reunieron con Natalya Unda, directora zonal de la Subsecretaría de Educación de Quito, para manifestarle su preocupación. Aún no han recibido respuesta. Este Diario consultó sobre el caso y sobre las acciones a tomar a esa Subsecretaría, pero todavía no ha recibido una respuesta al pedido.