Tras una pandemia que empujó el comercio a lo digital, los negocios que ofertan productos y servicios en Quito se adaptan para a lo virtual y presencial, para ofrecer dos canales de venta a sus clientes.
Aquellos comercios que atienden a sus clientes de forma presencial ahora ya aprovechan las ventajas de lo virtual. Por ejemplo, usan las redes sociales para promocionarse y vender.
Los que aún se mantienen netamente en lo digital, ahora analizan la posibilidad de ampliarse con un espacio físico.
Más ingresos por comercio electrónico
Para la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), las ventas por lo digital vinieron para quedarse. Así lo demuestran los ingresos por comercio electrónico obtenidos en los últimos dos años.
Cifras de la CCQ indican que, en el 2021, este rubro generó ingresos por USD 3 200 millones, en el país. Y para el 2022 (cuyo balance final sigue en proceso) se calculan USD 4 000 millones. Es decir, que hubo un aumento del 25%.
Luis Naranjo, jefe de Análisis Económico de la CCQ, afirma que los negocios no se han visto afectados por la presencialidad en la capital. Al contrario, opina, motivan a ofrecer una alternativa adicional.
“La única manera de que los negocios se mantengan en el tiempo es que se adapten a lo actual. Y el comercio electrónico toma más fuerza”, puntualiza.
Las firmas que se han mantenido únicamente bajo la modalidad virtual están conscientes de esa demanda y su crecimiento lo demuestra. Este el caso de Tipti, la conocida plataforma digital de comercio electrónico enfocada en la venta de productos de supermercado y otras tiendas.
Pierangela Sierra, CEO de Tipti, cree que la clave fue apostarle a un negocio sostenible en el tiempo. Esta firma abrió en el 2018 con tres personas, en el 2020 empezaron con 30 y actualmente está conformada por cerca de 600 colaboradores. Y tienen presencia en 12 ciudades. “La pandemia ayudó a entender las oportunidades del mundo virtual”. En Quito y Ecuador, añade, las compras virtuales van por buen camino aunque en comparación con otros países aún tenemos la oportunidad de equipararnos a otros países del continente, como México o Argentina.
En Fenix, un negocio que abrió como servicio de delivery en plena pandemia, también ha visto un crecimiento sostenido. Para Fernanda Zaldumbide, quien lidera la iniciativa, afirma que la reinvención ha sido fundamental.
Ellos empezaron a difundir alimentos, regalos y productos para mascotas u el hogar de cuatro emprendedores y ahora ya son 100. “Hemos decidido ser una tienda virtual porque sabemos que el mundo va para allá”.
Dos canales de venta
Para los expertos en comercio electrónico, la combinación de al menos dos canales de venta es la ideal para el desarrollo de las empresas. Así lo cree Gisela Montalvo, directora ejecutiva de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana.
Ella afirma que el modelo híbrido (presencial y virtual) ayuda a los negocios a ser más sostenibles y a que trabajen por metas y no objetivos. “Las empresas aprovecharon la tecnología, para automatizar los procesos. Cosas que se manejaban solo en lo físico, como la facturación y los archivos ahora son digitales”.
La adhesión de socios a esta Cámara, que dan ventajas como la capacitación, demuestra ese interés por lo virtual. Antes de la pandemia, apenas contaba con 80 socios y ahora ya son 230.
Adriana Rivera, especialista en marketing digital y propietaria de la Escuela de Marketing Ecuador, también le apuesta al modelo híbrido. “Los negocios conviven con las dos fuentes de tráfico. Es darle más opciones al cliente”.
Y en su escuela aplican esa premisa. Desde la pandemia se mantuvieron con clases bajo las dos modalidades e incluso ofrecen una adicional: clases pregrabadas.
Preferencias de los clientes
Quienes empezaron con sus negocios únicamente desde lo digital, ya se dan cuenta que las preferencias de los clientes no siempre se inclinan al 100% por esta vía. Ana Estrella se siente identificada con esa realidad.
Ella tiene 35 años y desde el 2021 emprendió un negocio de venta de pantys menstruales. Los comercializa únicamente a través de las redes sociales y página web. Y aunque ha tenido una buena acogida, sí reconoce que ha perdido al menos un 50% de ventas al mes por no contar con local físico. Varios clientes, dice, quieren tener un lugar para ver los productos. “En el 2021 me fue súper bien. Pero si estamos pensando en abrir una tienda” comenta.
Algo similar le ocurrió a Alejandra Vivanco. Ella oferta joyas a través de las redes sociales desde la pandemia y también cuenta que en los últimos dos años, han bajado las ventas por no tener un local. Por ello ya analiza la apertura de un espacio en el centro norte de Quito.
Ricardo Piñeyros, propietario de un local de insumos para motos, ha visto una ventaja en la presencialidad. Él abrió el negocio en el 2021 y asegura que, en su caso, a la gente le gusta visualizar las cosas. “El cliente puede ver de mejor manera el producto y le ayuda en la toma de decisiones. Aunque lo digital ayuda. He vendido así algunas cosas”.
Lo virtual aún tiene su auge
Pese a que miles de negocios han retomado la presencialidad en Quito y el país, el comercio electrónico aún se mantiene en auge en distintas categorías, no solo de ventas sino también de educación o entretenimiento.
Así lo demuestra un estudio sobre el comercio electrónico en el país, realizado en el 2022, por la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico y la Universidad Espíritu Santo (UESS).
Uno de los indicadores que avalan esta realidad, por ejemplo, es la incidencia de compra. De unos 4 939 encuestados, el 84% (3 955) afirmó haber realizado compras en línea en los últimos dos años. En el 2022, ese índice alcanzó el 88% y en el 2021, el 81%.
En esta misma evaluación se concluyó que las redes sociales aún se priorizan como canal de compra. Es más, en Quito, según una evaluación de la CCQ, se determinó que el principal canal que usan los negocios digitales –y principalmente las mi pymes-, para finiquitar una venta es WhatsApp.
Sin embargo, la preferencia por lo virtual no ha sido una garantía para la permanencia de firmas como la plataforma Cabify. En días pasados oficializó su retiro del servicio en Ecuador, y aunque este Diario solicitó detalles y sobre una posible influencia de la presencialidad, la empresa indicó que ya ha compartido su postura públicamente.
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