En medio de lágrimas, el cuerpo de un joven de 22 años, fue retirado de Medicina Legal la tarde de este lunes 11 de enero del 2016. María Román, de 44 años, su madre, esperaba el resultado de la autopsia junto a algunos familiares. El joven desapareció de su casa, ubicada en Guamaní, el 15 de diciembre del año pasado.
María cuenta que dos días después de su desaparición colocó la denuncia en la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased). Además, por su lado, comenzó a buscarlo por todo el sur de la ciudad. Visitó los lugares que el muchacho frecuentaba, pero no lo halló.
Recuerda que un día se encontró con uno de los amigos de su hijo, quien le contó que había estado bebiendo con él, el día en el que desapareció. “Me dijo que habían estado tomados y que de repente llegó un encapuchado que tenía la cara cortada y que le disparó a mi hijo con una calibre 38. Eso me sonó sospechoso y se lo conté a la Policía”, recuerda.
Los uniformados interrogaron al muchacho pero como no había evidencias de nada lo dejaron en libertad. Finalmente, el sábado 9 de enero, la Dinased encontró el cuerpo sin vida de la víctima en la quebrada de El Conde, cerca a las rieles, en el sur de la ciudad.
María contó que los médicos confirmaron que la causa de la muerte fue un disparo a la altura del vientre.
El joven era el tercero de cuatro hijos. Su familia es oriunda de Manabí pero vino a la capital hace 13 años en busca de mejores días.
La víctima trabajaba de posillero en un chifa, estaba casado y deja dos hijos, de 3 y 5 años en orfandad.
El cuerpo del muchacho va a ser velado en Santa María, Manabí.