El exdirectivo de la constructora testificó desde el Consulado de Ecuador en Brasil, por videoconferencia.Foto: API
José Conceição Santos reveló el miércoles, 27 de septiembre del 2017, al detalle cómo operó el esquema de corrupción de Odebrecht en Ecuador y cómo se pagaron millonarias coimas, especialmente a Ricardo Rivera y al vicepresidente Jorge Glas.
Luego ratificó, a pedido del fiscal general Carlos Baca, todo lo declarado durante las tres horas que duró su comparecencia.
El exdirectivo de la constructora testificó desde el Consulado de Ecuador en Brasil, por videoconferencia. Su versión fue parte de la investigación por presunta asociación ilícita, en el que están procesados Jorge Glas, su tío Ricardo Rivera, y otras 16 personas.
Desde esa oficina diplomática, Santos aseguró que supuestamente pagó 16 millones al segundo mandatario, a través de Rivera. Dos millones llegaron en el 2010, por el regreso de la constructora al Ecuador, tras los incidentes en la central San Francisco y el resto, 14 millones, por el 1% de todos los contratos que tuvo la empresa.
En su relato, el brasileño señaló que Glas “viabilizó” ese regreso y mencionó que los USD 2 millones se pagaron a una empresa aparentemente ligada a Rivera, a través de seis depósitos bancarios, en el 2010.
En junio del 2017, Alexis Mera, exsecretario jurídico de la Presidencia, ratificó a la Fiscalía que las negociaciones para el retorno de Odebrecht “las hacía el entonces ministro Glas”.
Santos detalló que en julio del 2011, un año después del primer acercamiento, el tío del Vicepresidente presuntamente le buscó y le indicó que él “era la persona que intermediaba los negocios del sector estratégico para Jorge Glas”.
Y le comentó que si Odebrecht quería participar en los concursos de licitación, debía comprometerse a pagar el 1% del valor de cada contrato.
“Estos pagos daban acceso directo a Jorge Glas. Mantenía entre dos y tres reuniones anuales con él”, explicó Santos.
El exejecutivo de Odebrecht también mencionó a Olga Muentes, asesora del Vicepresidente desde el 2013. Según el brasileño, ella le enviaba mensajes a su celular avisándole el día en el que Glas lo recibiría en su despacho. Y además dijo que le pedía que no se registrara cuando ingresara al edificio.
Como parte de la colaboración, el delator entregó esos mensajes de texto a la Fiscalía.
Muentes ya fue llamada a comparecer ante las autoridades. El 30 de agosto, la funcionaria admitió haber visto a Santos en la Vicepresidencia, pero no recordó cuántas veces.
Santos dijo que le propuso a Glas reunirse fuera de su despacho, pero que él no lo aceptó. “Él creía que ahí estaba más seguro. Cuando llegaba, encendía la radio. Si conversábamos sobre Rivera, lo hacíamos a través de su tablet. Él me escribía, yo leía y respondía”, relató.
Por el 1% de los contratos, Santos dijo haber pagado USD 14 millones al Vicepresidente, a través de Rivera. USD 5,8 millones fueron cancelados vía transferencias bancarias, hechas a la compañía Glory International Industry Co. Ltd.
Además, reveló que la ‘offshore’ presuntamente es de Rivera, pero que los directores eran unos “amigos chinos”.
El resto de dinero, USD 8,3 millones, se cancelaron en efectivo a Rivera, entre 2011 y 2016. La entrega del dinero supuestamente se hacía en el departamento que Odebrecht alquilaba en un hotel de Quito. “Llegaba con una maleta grande, negra”, mencionó el miércoles.
Tras la diligencia, Eduardo Franco, abogado de Glas, calificó de “infames” las declaraciones de Santos y las rechazó. “Esto debe ser corroborado. Él ni siquiera permitió preguntas de los abogados. Yo tenía un pliego de consultas que hacerle y no quiso”, dijo. E insistió en que Glas es “honorable”.
Por la tarde, el Vicepresidente también minimizó el testimonio del delator, en una entrevista radial. “No hay una prueba en mi contra y no lo van a encontrar porque no he cometido ilícito alguno”.
Y luego preguntó “¿Alguna vez me ha visto con Rivera?”. Según Glas, si alguien se tomó su nombre, debe ser indagado.
Y agregó que Odebrecht tiene “más de mil millones” de razones para odiarlo, porque él participó en la expulsión de la compañía, en el 2010.
Pero el testimonio de Santos no solo se centró en Rivera y su sobrino. El brasileño aseguró que canceló otros 32,1 millones en Ecuador. USD 10,1 millones supuestamente fueron para el excontralor Carlos Pólit. El resto, 22 millones, se pagaron a funcionarios, a través de intermediarios, por cinco obras en las que la empresa participó en el país.
Durante el relato, el exdirectivo de Odebrecht comentó que la estrategia para ganar los contratos de las obras siempre consistió en presentar la oferta económica más baja, en relación al resto de concursantes.
Las entidades públicas, además, entregaban anticipadamente las bases de concurso para que las leyera Santos. Él aseguró que las corregía, de ser necesario, y las ajustaba para lograr ganar la licitación.
Sobre el Trasvase Daule-Vinces, dijo que el exsecretario del Agua, Walter Solís, era uno de los beneficiarios. Actualmente, la Policía lo busca.
El exejecutivo indicó, además, que él preparaba las cartas que Glas, como representante de Ecuador, firmaba y enviaba a Brasil para solicitar créditos para las obras que luego construía Odebrecht.
También, habló de un supuesto pedido de Glas de USD 1 millón para la campaña del 2014. Pero aclaró que se negó a desembolsar ese monto.
También, mencionó a Alexis Mera y Carlos Pareja Cordero.
El 27 de septiembre del 2017 por la tarde se revisaron los datos enviados por EE.UU. El fiscal Baca aseguró que “esta información confirma muchos de los elementos sobre los cuales ya había indagado la Fiscalía”. Los peritos tienen 48 horas para elaborar su informe.