Washington, AFP
Los servicios de inteligencia hicieron grandes progresos desde el 11 de septiembre de 2001, pero aún deben mejorar, reconoció hoy el jefe del estado mayor conjunto de Estados Unidos, tras el atentado fallido contra un avión comercial el día de Navidad.
“Desde el 11 de septiembre”, cuando ocurrieron los atentados contra Washington y Nueva York, “observé un cambio enorme” en la manera en que trabajan los diferentes servicios de inteligencia para detectar una amenaza terrorista, afirmó el almirante Michael Mullen.
Los servicios comparten información “mucho más rápido y de manera mucho más transparente que antes”, estimó Mullen en una conferencia en la Universidad George Washington.
“Hicimos enormes progresos (…) pero de todos modos tuvimos este incidente del 25 de septiembre”, cuando un nigeriano de 23 años logró ingresar con explosivos a un avión de la aerolínea Northwest que iba de Ámsterdam a Detroit (norte de EEUU). Su bomba artesanal no funcionó y fue controlado por los pasajeros.
La investigación mostró que el padre del sospechoso había alertado a la diplomacia estadounidense sobre la radicalización de su hijo, pero datos como éste no fueron compartidos por las distintas instancias.
“No es un sistema perfecto, el factor humano tiene un papel y luego de este incidente y de las órdenes que recibimos del presidente (Barack Obama), debemos aprender la lección y mejorarlo”, agregó.