Teherán, Washington. ANSA y AFP
Irán lanzó ayer misiles de largo alcance con capacidad para golpear Israel y bases estadounidenses en la región, en el marco de las pruebas militares en curso desde el domingo.
Los ensayos Gran Profeta 4 fueron realizados con misiles Sejil, alimentados con combustible sólido, y Shahab-3, que requieren combustible líquido. Ambos con un alcance de 2 000 kilómetros, por lo cual tienen posibilidad de impacto en territorio israelí y bases estadounidenses.
La televisión iraní mostró las imágenes del lanzamiento desde un lugar del desierto sin identificar, luego de las pruebas realizadas el domingo con misiles de corto y medio alcances.
Al mismo tiempo, el ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, inauguró una planta para la producción de combustible sólido, que abastecerá la necesidad de los misiles. Vahidi, además, advirtió a Israel que exhalará el último respiro” si lanza un ataque contra la República Islámica, en declaraciones reportadas por la televisión estatal.
Por su parte, el comandante de la Fuerza Aérea de los Guardianes de la Revolución, Hossein Salami, manifestó que los misiles iraníes que, según las autoridades iraníes, impactaron en los objetivos previstos, tienen capacidad de “poner en la mira a cualquier lugar de la región”. Salami dijo que la respuesta a un ataque contra la República Islámica será “destructiva” y se refirió en forma velada a Israel.
La reacción de las capitales occidentales no se hizo esperar. EE.UU. condenó la decisión iraní de lanzar misiles de largo alcance. “Estos fueron ejercicios militares ya programados”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, que afirmó que las pruebas eran coherentes con “la actitud provocativa con la que Irán ha actuado en el escenario mundial” .
Por su parte, el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores declaró que “los disparos de misiles efectuados por Irán son inquietantes” y no son “una señal generadora de confianza”.
Francia también manifestó su “preocupación” ante la noticia de que Irán realizó esas pruebas, y pidió a las autoridades iraníes el “cese inmediato de las actividades desestabilizadoras”.
Israel, situado a una distancia de cerca de 1000 km de Irán, y Estados Unidos no han descartado la opción militar ante la amenaza de un Régimen iraní dotado de la bomba atómica.