En el cantón Santa Lucía el nivel del agua bajaba de a poco, tras permanecer inundados por más de dos semanas.
Sin embargo, el temor persiste en este cantón de 45 000 habitantes, luego de que Celec abrió 25 centímetros adicionales las compuertas de la represa Daule – Peripa, quedando en 1,25 metros.
Con esta nueva medida, para proteger el embalse y evitar una desgracia mayor, se esperaba que el agua vuelva a salirse del cauce del río Daule y de los esteros que rodean esta población arrocera, ubicada a una hora al norte de Guayaquil.
Pero esto no sucedió en las 24 horas posteriores a la ampliación de la apertura de las compuertas.
Mientras tanto, en Santa Lucía se mantienen suspendidas las clases, por una decisión del Coe Cantonal.
Santa Lucía lucha por recuperarse
En el sector conocido como ‘El Morochal’ las huellas de la inundación son notorias, a pesar de que el agua ha bajado unos 50 centímetros y solamente cubre algunas calles y la cancha del lugar.
Tras más de dos semanas fuera de sus casas, los vecinos retornaron para limpiar, sacar las cosas que se dañaron y tratar de volver a tener un lugar donde vivir.
En las paredes se ve que el agua alcanzó unos 80 centímetros, por la manchas de humedad que quedaron como testigos. El olor a descompuesto es intenso.
“Acá había una tienda, todo se perdió“, relata Daniel Avilés, mientras utiliza un balde para sacar el agua de su vivienda, construída unos centímetros por debajo del nivel de la calle.
Avilés sigue viviendo en el segundo piso de su vivienda, la que huele a agua putrefacta. Señala que no se ha enfermado, pero que siente “unas picazones por la piel”.
Los primeros días de la inundación asegura que recibió ayuda de las autoridades, la que consistía en raciones de comida.
Ahora, nadie ha ido a ofrecer nada ni a preguntar si necesita ayuda para volver a la normalidad.
Un mal necesario
El anuncio de la apertura adicional de las compuertas se hizo con el compromiso de cumplir “con el protocolo de seguridad de la presa” y en coordinación con la Secretaría de Gestión de Riesgos y los GADs parroquiales de Santa Lucía, Palestina, Balzar, Colimes y Daule.
El desalojo se hace debido a que el agua alcanzó la cota máxima de 85 metros sobre el nivel del mar y para evitar un daño a la central hidroeléctrica ‘Marcel Laniado de Wind’.
“Daule Peripa permite la regulación de caudales y la mitigación de inundaciones de gran magnitud, aguas abajo de la presa“, señaló Marlon Casilla, gerente de Hidronación, unidad de Celec.
El funcionario señaló que la apertura de las compuertas “se realiza anualmente en la época invernal, de acuerdo con las condiciones meteorológicas“.
El funcionario señaló además que “este es un año atípico debido a los cambios climáticos“.
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