El tránsito fluyó con normalidad el intercambiador de Carapungo. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El paso de autos fue continuo. A las 07:40 de este lunes 5 de septiembre del 2016, la movilidad en el intercambiador de Carapungo, que se inauguró oficialmente a las 10:00 de hoy, fue completamente fluida.
Ninguno de los vehículos que circulaban por la Panamericana Norte y que deseaban ir hacia el Calderón o aquellos que prefirieron tomar la avenida Simón Bolívar debieron detenerse, como ocurría hasta antes de la construcción del intercambiador.
La realidad del cruce dio un giro de 180 grados. Los tiempos de circulación se redujeron. Pasó de 45 minutos en hora pico, entre Carcelén a Carapungo, a menos de cuatro.
El único problema que aún persiste es el cruce desordenado de los peatones. Aún hay personas que prefieren no usar el paso peatonal que hay a pocos metros de la entrada a Carapungo.
Katalina Viteri, moradora de Zabala, quien esperaba el bus, aseguró que hoy se siente más segura al caminar por el lugar. ‘Tenemos veredas y paradas de buses. Pero aún hay gente que no las respeta ‘ dijo.
Los conductores se mostraron complacidos. Algunos pasaban levantando el dedo pulgar al ver a los policías metropolitanos que se encargaron del operativo de control desde antes de las 06: 00.
Nelson Corella, coordinador de operaciones de la Agencia Metropolitana de Tránsito contó que en el operativo participaron 40 agentes en toda la ruta del intercambiador, desde Carcelén hasta Calderón en todas las intersecciones de la vía y en el ingreso a La Bota y Llano Chico.
A las 07:15 se registró la mayor carga vehicular. Sin embargo, el tránsito fue fluido.