Un oleaje de intensidad similar al que arribó días atrás se registrará nuevamente en las costas ecuatorianas. El Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar) informó que empezará este domingo 15 de enero de 2023 y se extenderá hasta el miércoles 18 de enero.
“La costa ecuatoriana se verá afectada por un oleaje de energía considerable, proveniente del noroeste del océano Pacífico. Sus efectos se sentirán con mayor intensidad en las Islas Galápagos desde el 16 de enero y en la costa continental empezará el 17 de enero”, advierte un comunicado de la institución.
El Inocar alertó que incluso podría superar los efectos del último tren de olas, que inundó el malecón de Salinas (Santa Elena) el pasado martes. “Se recomienda tener precaución en todo el borde costero y, principalmente, en las playas con alineación noreste–suroeste y la zona norte-oeste de las islas Galápagos”, señaló el Inocar.
En el borde continental se espera olas de hasta dos metros de altura, en períodos de 12 a 23 segundos. Mientras que en las costas de Galápagos arribarán olas de hasta 2,5 metros de altura, en periodos de 15 a 22 segundos.
Jambelí, en emergencia tras fuerte oleaje
El oleaje de la semana pasada causó fuertes estragos en la isla de Jambelí, en la provincia de El Oro. El Municipio de Santa Rosa decretó el estado de emergencia y durante este fin de semana se realizan los trabajos de remediación.
El balneario ha sido continuamente afectado por aguajes y oleajes, que afectan al turismo y a sus habitantes. Las propuestas para una solución definitiva se han repetido por varios años, pero aún los trabajos siguen pendientes.
“Un muro de escolleras es la solución”, aseguró Paola Grunauer, alcaldesa subrogante de Santa Rosa, quien además indicó que la Gobernación está al tanto del pedido.
Un informe de la Dirección de Gestión de Riesgos de la Alcaldía determinó que existe infraestructura habitacional y turística que corre peligro. Son 10 familias las más afectadas, que agrupan a un total de 40 personas.
Como parte de la remediación, la Prefectura de El Oro facilitó una retroexcavadora y una motoniveladora. El Municipio de Santa Rosa gestionó la gabarra para el traslado de las máquinas, mientras que las camaroneras de la isla aportaron con el combustible.
Los propietarios de comedores y cabañas junto a la orilla han colocado sacos con arena de manera provisional, para tratar de contener el impacto del agua. Temen que los daños alejen a los turistas en el inicio de la temporada playera.