La Casona D’Alameda funciona en una edificación patrimonial de 106 años. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Uno está en San Blas, a las puertas del Centro Histórico, en medio del ruido, del tráfico y del ritmo vertiginoso del corazón de Quito. Y el otro, en Pomasqui, en el extremo norte, donde hay menos edificios y más montañas, y donde la ruralidad empieza a sentirse.
Pero tienen algo en común: fueron elegidos entre los seis mejores emprendimientos del país del 2020 según Travel Ecuador, el programa oficial de Promoción Internacional del Ministerio de Turismo.
Casona D’Alameda y Agave Spirit son dos proyectos quiteños que buscan rescatar el patrimonio y mostrar una ciudad llena de cultura y conocimiento. Tienen una coincidencia adicional: el dueño del primero es Diego Morán, y el del segundo, Diego Mora.
Gracias al trabajo y a la organización, los dos establecimientos lograron soportar la crisis provocada por la pandemia. Sus principales clientes eran turistas extranjeros pero cuando dejaron de llegar por el cierre de los aeropuertos por el covid-19, se adaptaron y volcaron sus ojos al mercado local.
No se trata de grandes cadenas hoteleras ni de empresas acaudaladas, sino del trabajo vinculado entre familias y comunidad. Esa es, según Morán, su mayor cualidad: el interactuar con otras iniciativas del barrio y ofrecer al turista más que hospedaje.
Agave Spirit es un museo de experiencia que cuenta la historia de la planta.
La casa patrimonial de estilo republicano donde funciona su emprendimiento data de 1914. Pasó abandonada por 20 años cuando él, junto con su hermana y sus padres, invirtieron en este negocio familiar. La rehabilitación empezó en el 2015.
Funciona como Boutique Hotel, lo que implica una atención más personalizada, y, además, se complementa con otros emprendimientos, como por ejemplo con gestores culturales, quienes narran leyendas de manera teatralizada.
Sus visitantes pueden hacer tours en escúteres eléctricos y visitar el Jardín Botánico, La Carolina, lugares de cata de chocolate y café y más. Otro de sus servicios es dar clases de cocina ecuatoriana en un horno de leña ubicado atrás de la vivienda, en un jardín, donde una enorme palmera de 50 años hace olvidar que se encuentra en el Casco Colonial.
Debido a la estricta bioseguridad no han tenido contagios. Han recibido capacitaciones frecuentes y les entregaron la distinción Safe Travels.
Morán asegura que mantenerse en pie a pesar de la crisis no ha sido fácil. Antes recibían unos 100 huéspedes al mes, ahora, unos 10, pero confían en que con la llegada de la vacuna se reactive.
En Agave Spirit se puede conocer el sabor dulce de una tradición quiteña. Basta poner un pie en este museo para que los sentidos se activen y uno empiece a conocer la historia del agave, desde la experiencia.
Diego Mora, dueño del emprendimiento, cuenta que, a raíz de la pandemia, ya no llegan buses con turistas extranjeros, sino familias que reservan un horario. La visita es íntima: un encuentro entre la naturaleza y las tradiciones.
Allí se puede ver todo el proceso de elaboración del chaguarmishqui. Se cuenta la historia del agave y su valía. El visitante conoce la producción de los distintos productos. Y al final puede degustar seis derivados del agave: jugos, cerveza, vinagre, entre otros.
Trabajan con comunidades campesinas de la Mitad del Mundo y de Cotopaxi. Esa es una de las fortalezas que los ha hecho sobresalir y les ha ayudado a enfrentar la crisis.
En la capital, el 14% de los establecimientos turísticos cerró definitivamente debido a la pandemia. Patricio Velásquez, gerente técnico de Quito Turismo, explica que en un año normal, así como hay algunos locales que cierran, otros abren, lo que da como resultado un crecimiento anual de entre el 10 y el 15%. Sin embargo, entre el 2019 y 2020, no hubo mayor crecimiento. Pasó de 4 753 a 4 827.
El 2020 se estructuró un plan de emergencia para la reactivación del turismo con nueve estrategias, entre ellas, capacitación a más de 71 000 personas e implementación de protocolos. Para este 2021 se trabajará en la promoción del turismo nacional, para motivar visitas a parroquias.
Lo harán apalancados en canales digitales. Además, han buscado trabajar con otras ciudades. Por ejemplo, en El Camino de los Andes, colaboran con Cuenca, Riobamba, Ambato y Lacatunga. Impulsarán el programa Escapadas Quiteñas con ofertas de establecimientos.