Establecimientos del sector comercial impulsó ofertas permanentes para aumentar la facturación. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
La inflación anual en el Ecuador bajó al -0,21%, en marzo del 2018. Un mes antes estuvo en -0,14%, de acuerdo con la información publicada el jueves, 5 de abril, por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Es el segundo indicador más bajo en los registros de esta entidad, que hace este análisis de 1970. Solo lo supera el -0,22% de noviembre del 2017.
La ropa, alimentos y bebidas no alcohólicas, recreación y cultura, muebles y artículos del hogar y restaurantes y hoteles fueron las categorías que más bajaron de precio desde marzo del 2017. En cambio, la educación, salud, alojamiento, bebidas alcohólicas, entre otras, subieron.
Con este resultado se cumplieron siete meses de inflación anual negativa. Esta situación podría prolongarse hasta mediados de año, dice Vicente Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Las Américas.
Para él, hay dos factores que inciden. El primero es un ajuste de precios a la baja, tras un período de bonanza que influyó para que Ecuador se encarezca. Por ejemplo, los precios en el Ecuador subieron un 25% más que en Estados Unidos durante la última década.
La segunda causa, consideró Albornoz, es una menor demanda, que obligó a los comerciantes e industriales a reducir los márgenes de ganancia, hacer promociones y reducir los precios para poder vender.
“Debe ser la deflación más larga que hemos tenido. La última importante finalizó en 1932”, dijo Albornoz. Agregó que en el país, e incluso en el contexto internacional, hay poca experiencia en el manejo de prolongadas variaciones negativas de precios. Por ello cree que es difícil saber cuáles serán las consecuencias.
Anticipó que hay un efecto positivo que es el mejoramiento de la competitividad frente a otros países como Colombia o Estados Unidos, donde los precios suben, pero hay un factor negativo, que es la desmotivación para producir.
Los consumidores aplazan las compras porque intuyen que en los próximos meses estará más barato. La industria, por su parte, no está motivada para comprar insumos porque al acabar de producir debe vender más barato.
El presidente de la Cámara de Industrias de Cuenca, Roberto Maldonado, coincidió con ese criterio y pidió que el Gobierno brinde incentivos para reactivar las actividades productivas y generar trabajo.
En el último informe del INEC se determinó que la inflación mensual de marzo fue del 0,06%, mientras que la Canasta Familiar Básica se ubicó en USD 711,13 y la Familiar Vital en USD 499,79.