En el mercado de Iñaquito, de Quito, un cliente compara precios en el área de abastos. Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
La inflación anual en Ecuador fue -0,03% en septiembre pasado. Es la primera ocasión desde 1970, que ese indicador, que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), es negativo.
Las categorías como alimentos y bebidas no alcohólicas, prendas de vestir, muebles y artículos del hogar, comunicaciones y bebidas alcohólicas incidieron en el resultado de este índice, que refleja el comportamiento de los precios entre septiembre del 2016 y el mes pasado.
En tanto, la inflación mensual en septiembre fue -0,15%, la más baja desde 1979 si se compara con iguales meses, según el reporte del INEC.
Para el analista Alberto Acosta Burneo, la economía nacional atraviesa por un período de ajuste de precios, tras una época de bonanza (petróleo) y endeudamiento, en la que subieron la inversión y el consumo. “Por esa demanda creciente, los precios crecieron más que en Estados Unidos y otros países. Nos volvimos un país muy caro”.
Desde que cayó el precio del crudo, la cantidad de dinero se redujo, al igual que la demanda, por lo que los precios “que estaban demasiados elevados, empezaron a caer”.
La previsión es que esta reducción continúe, lo que favorece a consumidores y, en el futuro, a empresarios, que recuperarán competitividad frente a otros países. El dólar viene fortaleciéndose desde mediados del 2015, lo cual había puesto en desventaja al país.
Pero el exdirector del INEC, Byron Villacís, consideró que esta tendencia puede ser peligrosa porque resta incentivos a los empresarios para seguir produciendo.
Ese es el caso del sector textil. “Seguimos con un mercado deprimido y consumo restringido para los textiles y prendas importadas como para las locales”, dijo Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador.
Según él, hay empresas de ropa y telas que asumieron los costos de producción como energía eléctrica y combustibles para mantenerse en el mercado y no perder clientes.
“Como no hay cómo ajustar los precios hacia arriba, la empresa debe sacrificar márgenes y dejar de ser rentable”.
Carlos Paredes es dueño de un micromercado en el norte de Quito. Según él, durante este año los precios de los alimentos industrializados cayeron o se mantuvieron. “No les conviene subir, más bien hacen promociones”.
Puso como ejemplo a las gaseosas y el agua, cuyos precios se redujeron o se aumentó la cantidad del producto por el mismo valor. El litro de agua de algunas marcas bajó de USD 0,60 a 0,50.
En el caso de los snack se han mantenido. “Una papa pequeña cuesta desde el año pasado USD 0,40, pero aumentaron la cantidad”. En el caso de los productos agrícolas, los costos varían según la estacionalidad, dijo Paredes.
Villacís sostiene que la reducción del IVA del 14 al 12% y la eliminación de las salvaguardias también incidieron en la reducción de los costos. Eso ocurrió con licores y motocicletas, por ejemplo. En el primer caso, los precios mermaron más del 50% en el último año, según Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores del Ecuador.
Él agregó que sin sobretasas y con el levantamiento de aranceles, tras la vigencia del acuerdo con la Unión Europea, la caída fue drástica. “Las ventas del 2017 crecieron 100% con relación al 2016, por lo que la situación es positiva”.
Para Oswaldo Landázuri, presidente de la Asociación de Empresas Ensambladoras de Motocicletas y Afines del Ecuador, al bajar el valor que se cobraba por el impuesto y algunos costos de producción, los precios cayeron y la demanda subió un 50%. “Hay personas que compran ahora porque no pudieron hacerlo en años anteriores”.
En el caso de los automotores, David Molina, director de la Cámara de la Industria Automotriz, señaló que, debido a la contracción de la demanda, las concesionarias impulsaron una competencia de precios para ser más atractivos.