Después de agosto, la Aduana realizará controles para corroborar que todos los productos tengan la etiqueta. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Los comerciantes de licores importados creen que no les alcanzará el tiempo para salir del stock sin etiquetas fiscales de Aduana.
En el 2013 la entidad dispuso que el whisky, ron, tequila y vodka importados cuenten con etiquetas fiscales. Cuatro años más tarde se dispuso que la medida se aplique para todos los licores adquiridos en el exterior, excepto la cerveza.
El anuncio de esta medida se hizo en enero del 2017. Aduana, además, estableció que aquellas botellas que hubieran ingresado al país previo a la entrada en vigencia de la disposición, tendrían hasta el 31 de agosto para su comercialización.
Eddy Castillo, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores de Licores y Expendedores de Bebidas Alcohólicas, presentó un oficio a la Aduana en el que solicitó que postergue hasta el 31 de diciembre el plazo para vender producto sin la etiqueta.
Sin embargo, Mauro Andino, director de la Aduana, indicó que no prevé extender el plazo, pues ya está en una etapa de ampliación. “Se les ha dado el tiempo prudencial para que las licoreras y demás distribuidores los puedan vender”.
Después de agosto, la Aduana realizará controles para corroborar que todos los productos tengan la etiqueta.
Los comercializadores pedían un plazo mayor para vender sus reservas de licor sin etiquetas durante noviembre y diciembre. Castillo recordó que el licor no es un producto de alta rotación y por eso esperan salir de las botellas durante los meses de las festividades.
Empresas comercializadoras como Corporación La Favorita indicaron que se están preparando para retirar de las perchas los licores que no cuentan con el etiquetado.
Un proceso similar lo aplicaron en el caso de los licores nacionales. El Servicio de Rentas Internas (SRI) determinó que todos los licores nacionales, incluyendo cervezas industriales y artesanales, más los cigarrillos, deben contar con una marcación que determine la legalidad del producto.
Esta es una etiqueta diferente a la de Aduana, pues muestra información sobre la oferta local.
A pesar que desde el lunes no se puede vender este producto sin el timbre del SRI, los locales todavía tienen producto anterior. En un local en Guayaquil aún se exhiben 50 botellas sin el etiquetado. Sin embargo, José Luis Pons, su propietario, señaló que esto solo representa el 10% de su percha.