Un contingente de agentes civiles de tránsito se encuentra en el lugar gestionando la movilidad y colaborando con el tránsito peatonal. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Durante más de diez minutos Andrea Jácome debió esperar el bus que la lleva desde el sector del Seminario Mayor, en Quito, hasta su domicilio, localizado en La Marín, durante la noche del martes 12 de septiembre del 2017. “Antes cada cinco minutos ya pasaba un bus para poder ir a casa, ahora los tiempos se han duplicado”.
El cierre de un tramo de la avenida América, entre la calle Marchena y el Seminario Mayor, desde la noche del viernes se debe a los trabajos del Metro de Quito. La medida ha causado que la frecuencia con la que pasaban los buses por esa zona no sea la misma.
“Obviamente hay mayor carga vehicular en las vías que están sirviendo como rutas alternas y por eso los buses se demoran más”, señaló Ignacio Paz.
Juan Torres, trabaja en el sector de Santa Clara y vive en Pomasqui, por lo que para regresar a casa a las 18:00 debe tomar un articulado del corredor Central – Norte. “En la hora pico, es decir entre las 17:00 y 19:00, faltan unidades y en estas paradas provisionales no alcanza toda la gente”.
Mientras tanto quienes circulan en vehículos particulares solicitaron a las autoridades de tránsito que los cierres que se realizan sean advertidos con anticipación. “Hoy me tuve que dar mil vueltas porque estaba cerrada La Gasca en sentido occidente – oriente y no entiendo por qué. Me indicaron que son cierres momentáneos, pero eso en realidad genera un caos”, señaló Paulina Arreza.
Otro problema se genera en la intersección de las avenidas América y Colón, según comentó Andrés Llerena. “Los vehículos que circulan en sentido norte – sur deben curvar por la Colón, pero apenas se ingresa a la Colón hay una parada de buses y eso complica el giro”.
Un contingente de agentes civiles de tránsito se encuentra en el lugar gestionando la movilidad y colaborando con el tránsito peatonal.
“Está muy bien que den prioridad al peatón. Si los agentes no estuvieran sería muy complicado y peligroso cruzar”, dijo Fernanda Romo.