Lula acusado de tráfico de influencias en Angola

La Fiscalía de Brasil denunció el lunes al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva por tráfico de influencias entre 2011 y 2015, al beneficiar a la constructora Odebrecht en la obtención de contratos en Angola.

Lula, que presidió Brasil entre 2003 y 2010, también fue acusado de cometer delitos de corrupción, lavado de dinero y organización delictiva en este caso, que investiga negocios financiados por el banco de fomento Bndes en el país africano.

Según la Fiscalía de Brasilia, Lula actuó “ante el BNDES y otros organismos (...) con el propósito de garantizar la liberación de financiamientos por parte del banco público para la realización de obras de ingeniería en Angola”, que realizó Odebrecht.

En contrapartida, Odebrecht “distribuyó a los involucrados, de forma disimulada, valores que, actualizados superan los 30 millones de reales (unos USD 9,3 millones)”, detalló el organismo en un comunicado.

Lula está acusado de haber cometido actos de corrupción pasiva entre 2008 y 2010, cuando todavía era presidente, y de tráfico de influencias entre 2011 y 2015, en condición de expresidente.

Otras diez personas fueron denunciadas el lunes 10 de octubre del 2016 por los mismos delitos, entre ellos Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora que lleva su nombre -que también está involucrada en el caso de corrupción en Petrobras- y Taiguara Rodrigues dos Santos, sobrino de Lula, titular de una empresa que su tío habría usado para lavar dinero.

Lula también ocultó los valores que recibió de Odebrecht mediante su empresa LILS Palestras, que obtuvo los recursos como forma de pago por la organización de conferencias del exmandatario en el exterior, informó la Fiscalía.

'Persecución política'

“Después de dejar la Presidencia, Lula dio 72 conferencias para 45 empresas de diversos países y sectores de actuación. Intentar criminalizar una actividad que es realizada por muchos otros expresidentes solo se justifica por una persecución política”, afirmaron los asesores de Lula en su página de Facebook, en el momento en que se hizo pública la denuncia.

El exmandatario enfrenta ya un juicio por corrupción y lavado de dinero en el marco del escándalo de desvíos en Petrobras, y otro proceso por obstrucción de la justicia en Brasilia.

“Lula jamás tuvo conocimiento de ningún esquema de corrupción instalado en Petrobras”, afirmaron sus abogados al detallar la defensa que presentaron ante el juez anticorrupción Sergio Moro, que conduce la megacausa en la ciudad de Curitiba (Paraná, sur de Brasil).

Los abogados alegan que dicho proceso está plagado de “vicios ” que lo convierten en un “arma de guerra” para destruir a su cliente.
“Hace mucho que Lula fue definido como el enemigo número uno a proscribir del escenario político brasileño”, afirmaron en una nota su abogados.

Suplementos digitales