Madrid, AFP y DPA
Iberia y British Airways conformarán a finales de 2010 la tercera mayor aerolínea mundial por facturación.
USD 4 900 millones
British valdría
2 760 millones de euros e Iberia 2 130 millones, según su valor en bolsa.
Tras casi año y medio de negociaciones, la española y la británica anunciaron la noche de ayer su fusión, al final de una jornada marcada por los rumores y especulaciones sobre el inminente acuerdo, que hicieron dispararse en bolsa la acciones de ambas.
TopCo, como será bautizado el holding resultante, pertenecerá en un 45% a Iberia, mientras que el 55% restante será de British Airways, según decidieron los consejos de administración de las dos aerolíneas. Esto quedó plasmado en un memorando de intenciones, de carácter vinculante.
“Es un paso de gigante en la historia de Iberia y de British Airways; estamos sentando las bases de lo que será una de las mayores aerolíneas del mundo, una verdadera aerolínea global”, dijo el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, quien se mostró seguro de que “se trata de la operación más importante de la industria aérea europea en los últimos años”.
El español, que el pasado julio sustituyó al frente de Iberia a Fernando Conte, tras su dimisión, será la cabeza de la nueva compañía, que tendrá su sede social en Madrid. En Londres funcionarán la sedes financiera y operativa.
El presidente de British Airways, Martin Broughton, será el vicepresidente de la nueva empresa y el consejero delegado de la aerolínea británica, Willi Walsh, tendrá el mismo cargo que ahora ocupa.
La fusión de British Airways e Iberia será un importante capítulo en la reconfiguración del paisaje aéreo en Europa, que comenzó en 2004 con la unión de Air France y de la holandesa KLM.
Actualmente, las compañías aéreas de tamaño medio tienen cada vez menos posibilidades de sobrevivir, por lo que están obligadas a aliarse con otras más grandes que ellas. Es el caso de Iberia con British Airways”, según analistas del sector aeronáutico.
Por un lado, esas compañías medias tienen que competir con las aerolíneas de bajo costo, que proponen tarifas muy atractivas para vuelos cortos. Por otro lado, tienen que enfrentarse a las más grandes, como Air France-KLM o Lufthansa, líderes europeos, que poseen una potente oferta.
Antaño, los gobiernos eran reticentes a dejar desaparecer o entregar en manos extranjeras aerolíneas nacionales. Sin embargo, facilitaron los movimientos emprendiendo la privatización de estas compañías, como fue el caso de Iberia en 2001 o Air France en 1990.
Desde que Air France y KLM se fusionaran en 2004, las fusiones se aceleraron en Europa. El grupo franco-holandés adquirió este año el 25% de la aerolínea italiana Alitalia. Su rival alemán, Lufthansa, que se fusionó con la aerolínea suiza Swiss en 2005, adquirió este año Austrian Airlines (AUA).