La huella mística del Beatle tranquilo
Redacción Siete Días
No debe de haber sido nada fácil para el joven George Harrison despuntar como compositor en sus inicios. Frente a la inmensa figura creativa que integraba a la dupla mágica de John Lennon y Paul McCartney, tuvo que pasar un buen tiempo para que alguna composición del guitarrista líder de Los Beatles pueda ser incluida en sus álbumes.
Tres momentos fundamentales
En 1959, Paul McCartney hizo escuchar a John Lennon cómo George Harrison tocaba el riff de Raunchy en el autobús de camino a casa. Tras ello ingresó en The
Quarry Men, que posteriormente, tras cambiar varias veces de nombre, terminó por llamarse The Beatles.
Tras la disolución del grupo en 1970 siguió una prestigiosa carrera musical en solitario y dentro del supergrupo Traveling Wilburys.
El 14 de abril de 2009, Harrison recibió una estrella póstuma en el Paseo de la Fama de Hollywood.La presencia de Harrison como intérprete no dejó nunca de impresionar. Este magnífico guitarrista que llamó la atención de Lennon cuando apenas tenía 16 años, al inicio de la formación del grupo, es sin duda uno de los mejores intérpretes de la historia de la guitarra. La revista Rolling Stones llegó a considerarlo en el puesto número 21de los mejores guitarristas de todos los tiempos.
Poco a poco, Harrison pudo intervenir en las lides de composición presentando algunos temas que llamaron la atención como Taxman, While my guitar gently weeps, Here comes the sun... Y con Something logró el mayor reconocimiento como compositor.
Pero la influencia de Harrison, o del Beatle ‘tranquilo’, como se lo conocía, fue más evidente desde la espiritualidad y el pensamiento oriental. El viaje que hiciera el grupo a la India, en donde siguió casi con fe ciega al Maharishi Mahesh Yogui, caló hondo en su vida. Y, sin olvidar la temática del amor y el marcado romanticismo que signó la huella de los Fab Four de Liverpool, la influencia mística estaba presente cada vez más en el músico y en la banda.
No solo por allí cayó el influjo oriental. La música de Ravi Shankar causó fascinación en Harrison y, poco a poco, quiso introducir estos sonidos en la cultura occidental a la que él representaba.
En 1965, fue el primer músico de la cultura pop en introducir una cítara en un álbum de estudio. La canción Norwegian wood (This bird has flown) incluyó varias notas en cítara que lograron darle una personalidad distinta al álbum ‘Rubber Soul’.
Ya como solista, Harrison logró mantener su estatus de músico diferente, con un estupendo recibimiento a su primer disco ‘All things must pass’, en 1970. Pero ahí también tuvo su primer conflicto como compositor. Por el tema My sweet lord fue acusado de plagio. Harrison objetó que la copia había sido hecha inconscientemente, pero perdió el pleito casi seis años después de haber alcanzado su primer número 1.