Vancouver. DPA
Con el inicio del torneo de hockey sobre hielo, hoy, comienza la locura en Vancouver, el espectáculo más esperado en el país anfitrión de los Juegos Olímpicos de invierno y cuna del deporte.
Pese a que la llama olímpica arde desde el viernes, para muchos canadienses los verdaderos Juegos empiezan hoy.
“Será una vivencia única”, dijo el capitán de Canadá, Scott Niedermayer, para cuyo equipo solo valen las medallas de oro.
Sobre los hombros de los canadienses pesan las esperanzas de 34 millones de compatriotas.
“Este torneo es de gran importancia para nosotros. Estamos aquí para ganar”, subrayó el entrenador Steve Yserman, que sin embargo prefiere desprenderse de la presión de ser favorito.
“Rusia tiene un enorme poder ofensivo. Son el equipo máximo favorito”, dijo el técnico.
Pero el delantero Jerome Iginla no admite excusas. “Los rusos están sometidos a la misma gran presión que nosotros. También quieren el oro y estoy seguro de que en Rusia los aficionados seguirán con atención los partidos”.
Aunque Rusia, campeona mundial, dispone con Alexander Ovechkin del mejor delantero de la NHL (42 goles y 47 asistencias), para los aficionados y expertos de Canadá solo hay una opción: o título o tragedia.
No existe ninguna otra posibilidad entre ambos extremos. Noruega es hoy la primera etapa en la misión de los ‘Hojas de Arce’, los cuales, junto con Estados Unidos, presentan un completo equipo de estrellas de la liga profesional norteamericana, la NHL.
El 28 de febrero esa misión debe quedar liquidada con el oro. La mayor responsabilidad pesa sobre Sidney Crosby. Con camiseta rojo vivo, el ‘rey del hockey’ de Canadá aparece en la portada de la revista ‘Sports Illustrated’.
‘Sidney Moment’, se lee en el titular. Cuando el pasado domingo en el partido de su Pittsburgh Penguins contra el Nashville Predators en la NHL, Crosby, de 22 años, recibió un fuerte golpe con el ‘puck’ en la pierna y fue tratado durante varios minutos en el banquillo, toda una nación se quedó sin aliento por un momento.
“Iré a Vancouver”, tranquilizó Crosby, que ayer aterrizó en la ciudad olímpica.
En la metrópoli canadiense se divisan por doquier las rojas camisetas con la hoja de arce, al igual que banderas olímpicas en las lámparas de las calles.
Y quien no lleva jersey luce sobre los hombros la bandera de Canadá. El rojo está de moda. Es el color de febrero.
En los próximos 13 días hay que olvidar todas las rivalidades nacionales y concentrarse en el máximo objetivo de proclamarse campeones olímpicos.
En Turín, hace cuatro años, el equipo terminó en séptimo lugar, una auténtica catástrofe para el país. La última victoria olímpica data de 2002. Suecia fue el campeón en 2006, tras batir en la final a Finlandia por 3-2.
“Nos parece excelente que Rusia y Canadá sean considerados favoritos. Nosotros también queremos ganar pero nos lo reservamos para nosotros”, dijo el delantero sueco Daniel Alfredsson.
Los ‘Tre Kronors’ jugarán mañana ante Alemania, mientras que los otros rivales de grupo son Finlandia y Bielorrusia.
“No creo que quedemos paralizados de miedo”, dijo el entrenador alemán, Uwe Krupp, que sin embargo admite que su equipo figura entre los más flojos.