Redacción Judicial
El mirador de Guápulo, en el nororiente de Quito, cambió de rostro.
Los moradores del sector se organizaron ayer para adecentar sus alrededores. Desde las 08:00 recogieron basura en los espacios verdes y cortaron la hierba que cubría los bordes de las veredas.
También podaron los árboles que están a un costado de las escalinatas. Este trabajo era una prioridad para los moradores, pues aseguraron que durante las noches los delincuentes los utilizan para ocultarse y atacar.
“Hace ocho días, dos personas le quitaron el celular a mi hija cuando llegaba de la Universidad por la noche”, dijo Gladys Pondal, una habitante. “Desde hace unos tres meses, el sector se ha vuelto demasiado peligroso”.
Por eso, ayer esta quiteña se sumó a la minga en Guápulo. En una mano tenía una escoba y en la otra un costal para guardar la tierra y las hierbas.
José Changoluisa la ayudó a retirar las ramas secas de los árboles que estaban en su camino. Él aseguró que la minga es solo el inicio de un plan de rehabilitación que los moradores ejecutarán con el Municipio, en la zona. “En la entrada principal instalaremos una cafetería y restaurante cultural, para atraer visitantes”.
Además, está por finiquitarse un convenio con una empresa de turismo, para que incluya dentro de su tour por Quito a Guápulo. “Aquí tenemos la Iglesia de la Virgen, un centro de comidas típicas, artesanías… que hacen único al sector”, dijo Changoluisa.
Handel Guayasamín, presidente del Cabildo de Guápulo, explicó que el Municipio tiene comprometido cerca de USD 63 000 para las obras de adecuación.
“Se supone que esta obra ya debía estar terminada, pues se llegó a un acuerdo con la Corporación Vida Para Quito”, reconoce Guayasamín. “Pero esta Corporación desapareció y ahora estamos tratando de retomar los compromisos con la actual administración del Municipio de Quito”.
Mientras eso ocurre, los moradores se encargan de mantener limpio el barrio.